
La vuelta al curso político tras el parón veraniego trajo consigo nuevas relaciones dentro del Partido Popular. Fue en una reunión celebrada en Génova 13 donde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, decidieron acercar posturas y abandonar el enfrentamiento. Sin embargo, la 'lideresa' declaraba ayer en una entrevista sentirse "defraudada" y "traicionada" por Alberto López Viejo.
Según publica El Confidencial Digital, Rajoy acudió a la sede central del PP un lunes de septiembre para presidir uno de los 'maitines' convocados por la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. Este momento fue aprovechado por el presidente para reunirse en privado con Aguirre y solucionar sus diferencias.
Desde este momento, según los entornos más cercanos de ambos "hablan mucho más de lo que parece, y su relación es buena". Además, afirman que desde entonces "no ha habido un mes que no se hayan visto las caras personalmente un par de veces".
Todo ello siempre respaldado por un contacto constante a través del teléfono móvil. En este sentido, Aguirre "no duda en escribir un mensaje a Rajoy para explicar alguna declaración suya en los medios, también o para preguntarle sobre una situación en concreto". Esos mensajes son correspondidos por parte del presidente, que "también telefonea a Esperanza para tratar temas de partido".
Al presidente y a la lideresa les gusta "hablar sin intermediarios" por lo que sus conversaciones son "directas y bastante reservadas".
Demostraciones públicas
Además de intercambiar "impresiones sobre la situación en Cataluña y sobre la financiación autonómica", ambos se han respaldado públicamente.
En este sentido, Mariano Rajoy hizo entrega personalmente -algo inusual- a la expresidenta de la 'Gaviota de Oro' de los 'populares' por su gestión en la Comunidad de Madrid.
Por su parte, Aguirre ha salido en defensa del jefe del Ejecutivo en tres ocasiones a lo largo del otoño. En una de ellas, aseguró que "Mariano hace lo que tiene que hacer con Cataluña". Así mismo, le defendió en plena polémica por el mantenimiento de los impuestos afirmando que "si Rajoy pudiera bajar los impuestos, lo haría hoy mismo".
Por último, ayer mismo declaraba que el Gobierno "aún tiene margen" para recortar gastos.
Tender puentes
En un momento en que las encuestas apuntan que el PP podría perder el Gobierno tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento, Rajoy ha decidido "tender puentes" ya que, según sus sondeos internos, sólo Aguirre y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, podrían lograr la mayoría absoluta para ambos cargos.
Aunque el presidente no quería a la 'lideresa' como cabeza de lista para el Ayuntamiento, "es consciente de que no puede permitirse esa derrota electoral, y por tanto lo práctico es colocar a Aguirre como cabeza de lista".