
El negocio del cava se resintió con la llegada de la crisis. Pese a eso, la recuperación se atisbaba en 2010. Sin embargo, los dos primeros años de CiU gobernando en Cataluña con el apoyo de ERC han coincidido con la vuelta a la caída en picado de los datos.
En España se venden 13,8 botellas menos de cava desde entonces, relata el diario El Mundo. El dato se interpreta entendiendo un doble boicot al que se están viendo sometidas empresas como Freixenet, cuyo dueño, Josep Lluís Bonet, ha rechazado unirse a la estela independentista.
Así, Freixenet se está viendo sometida a un boicot fuera de Cataluña -donde han aumentado las ventas de cavas originarios de otras comunidades autónomas- pero también a un boicot independentista.
Cita El Mundo a altos cargos de la política catalana que ya han declarado en público que no compran el cava de Freixenet. "El cava de mi casa no es Freixenet, sino un buen cava catalán que acepta ser catalán", afirmó el secretario de inmigración de CiU.
El dueño de Freixenet, sin embargo, asegura que el daño está siendo "más moral que material". Pese a la caída de las ventas en España, la exportación continúa en aumento: más del 80% de su producción se vende fuera.
Algunos empresarios catalanes no 'adscritos' a la corriente independentista ya se han quejado de la presión a la que les tiene sometidos el Govern liderado por Mas. Como ejemplo, el caso de la empresa embotelladora de Coca-Cola, a la que intentó la Generalitat imponer un impuesto que finalmente tuvo que retirar.