El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dado orden al PP de rebajar el tono férreo con Cataluña para evitar un choque en el que ahora ve consecuencias negativas.
Rajoy ha cambiado su estrategia tras meses en los que su ha actitud se ha mostrado entre indiferente hacia la Generalitat y el problema catalán y con firmes declaraciones con un cierre rotundo sobre la realización de una consulta soberanista.
Ahora, sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha decidido un viraje al entender que el choque de trenes que estaba protagonizando Estado, Generalitat y partidos políticos de por medio, en especial el PP, estaba encendiendo el clamor independentista en Cataluña, según publica el diario La Vanguardia.
Alimentando el soberanismo
El mensaje, por otra parte, sigue siendo doble: por una parte, el PP tendrá que evitar las subidas de tono, pero sin que pierda firmeza su rotunda renuncia a una consulta que rompería el marco constitucional español.
Fuentes de la dirección del PP reconocieron al diario catalán que, tras más de un año de confrontación política, este choque solo "ha alimentado el soberanismo".
Hace dos días, la vicepresidenta del Gobierno aludía a un diálogo con Cataluña que "había echado a andar", por lo que todo apunta a que la nueva estrategia de Rajoy en este asunto busca salvaguardar esta nueva fase y asegurar el éxito en las conversaciones con Artur Mas, presidente catalán.
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