
Juan Antonio Martínez Camino, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal -hasta el 20 de noviembre-, ha reabierto el debate sobre el matrimonio homosexual tras afirmar que "lo que ha hecho esa ley -promovida por el Gobierno de Zapatero- es destruir el matrimonio de todos" e incluso ha señalado que su modificación "es más grave que cambiar de Monarquía a República".
En declaraciones a la Cadena Ser, Martínez Camino, que a lo largo de su tiempo como portavoz de la Conferencia Episcopal, ha dejado varias declaraciones polémicas, sigue convencido de que "esa ley ha destruido el matrimonio" e insiste en que "ojalá hubiera ley de matrimonio homosexual. Lo que ha hecho esa ley es destruir el matrimonio de todos" y su modificación -realizada en 2005 por el Gobierno de Zapatero- "es más grave que cambiar de Monarquía a República".
En su argumentación, Martínez Camino se ha referido a la opinión del papa Francisco y ha recordado que éste, antes de ser Pontífice, dijo que el matrimonio gay era "una acción de Satanás". Se refiere a las palabras que escribió en 2010 sobre la ley de matrimonio homosexual en Argentina.
La asignatura de Religión
El secretario de la CEE también aseguró que las conversaciones que está manteniendo con el actual Gobierno en materia educativa son "informales". "No estamos del todo satisfechos", añadió, pues "hay problemas graves". "Si la ley sale como está, no cumple los acuerdos con la Santa Sede", dijo, refiriéndose a la ausencia de la asignatura de Religión en Educación Infantil y a la oferta de esta materia en Bachillerato.
Además, insistió en que "se puede elegir a una mujer" como secretaria general del Episcopado español a partir del próximo 20 de noviembre, fecha en la que termina su responsabilidad en ese cargo.
Por último, Martínez Camino hizo suyas las palabras del Papa Francisco de evitar utilizar a las mujeres en las instituciones de la Iglesia "como servidumbre", porque "pueden dar mucho más en las conferencias episcopales". Sin embargo, insistió, la incorporación de la mujer debe ser en aquellos puestos "donde no es necesario" el orden del sacerdocio.