El consejero de Presidencia catalán, Francesc Homs, ha anunciado el último plan de CDC: convertir las elecciones europeas en una plataforma para ensayar la consulta soberanista por el derecho a decidir en Cataluña.
Homs ha argumentado las bondades de este nuevo plan asegurando que, de este modo, se podrá contabilizar el respaldo que tiene la consulta independentista desde el punto de vista de todos los catalanes que vayan a votar, con lo que esquivarían la explicación del Gobierno sobre la pasada manifestación independentista en la Diada: que una mayoría silenciosa se quedó en casa.
La nueva estrategia de Artur Mas, de tener éxito, podría amortiguar la caída de intención de voto a la que viene enfrentándose su partido, CDC, desde las últimas elecciones en noviembre de 2012. Mas buscaría así identificar su partido con el proceso independentista, conquistar la alineación de ERC para presentar una candidatura conjunta con el aumento de votos que eso supondría a la formación del 'president' catalán.
Sin embargo, el plan podría no resultar tan sencillo, ante la falta de apoyo que ha suscitado por parte del resto de partidos catalanes. En primer lugar, de ERC, el deseado aliado electoral.
ERC no muerde el anzuelo
Alfred Bosch, portavoz de ERC en el Congreso, ha asegurado, según El Periódico de Cataluña, que el plan del ensayo no les interesa tanto como la consulta en sí. "Primero vamos a lo realmente importante, lo que hemos prometido, y después ya hablaremos de las elecciones europeas", ha aseverado. Es decir, los republicanos catalanes siguen insistiendo en la necesidad de que Artur Mas fije una fecha y una pregunta para la consulta independentista. Sería su requisito para toda alianza con CDC.
Por otra parte, Unió, liderada por Duran i Lleida, se ve cada día más separada de los planes de Artur Mas. Tampoco contempla esta formación el plan de convertir unos plebiscitos europeos en un asunto de consulta soberanista.
Esta estrategia ha sido duramente criticada por el PPC, cuyo portavoz, Enric Millo, calificó como "triste y lamentable" por el hecho de que supone un "desprecio" a la Unión Europea.
PSC e ICV también han rechazado esta propuesta.
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