
El presidente del Ilustre Colegio de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, ha asegurado este viernes que la actividad sísmica registrada en la costa norte de Castellón, posiblemente relacionada con el proyecto Castor, de almacenamiento de gas, es "absolutamente excepcional". El Ministerio de Industria aborda la situación
Suárez, en una entrevista en Los Desayunos de TVE, ha defendido este tipo de almacenamiento, de los que existen 627 en el mundo y cinco en España, por ser "absolutamente necesario". Ha admitido, no obstante, que en estos momentos "lo más importante es la seguridad de las personas" y ha apelado a la "administración y a todos los implicados" para tranquilizar a la población.
A la espera de conocer el resultado de los estudios científicos, Suárez ha explicado que "lo que parece ser es que se ha producido un fenómeno en el terreno (la inyección de gas) que ha inducido terremotos en fallas en las proximidades del almacenamiento y esa inducción ha implicado que se haya liberado energía por medio de terremotos".
La falla de Amposta
"A consecuencia de la inyección de gas, se puede haber provocado una desestabilización del sistema de la falla de Amposta", así lo explicaba Mariano Marzo, geólogo y catedrático de Recursos Energéticos de la Universitat de Barcelona, en La Vanguardia.
Según Marzo la inyección de gas natural puede haber desestabilizado la falla de Amposta o el sistema de fallas asociado a esta. Ésta ha tenido una actividad sísmica hasta el final del plioceno-cuaternario (que empieza hace 60 millones de años y acaba hace 1,8 millones de años). Ahora, el almacén de gas (que suplirá el viejo campo petrolero) del 'proyecyo Castor' está enclavado en unos terrenos calizos delimitados por la falla.
En este sentido, los seísmos que se han producido a lo largo de esta semana no son los más recientes. Según ha podido analizar Marzo, un primer grupo de microseísmos, que tuvo una magnitud de hasta 3,6, se prolongó hasta el 24 de septiembre como consecuencia de las tareas de inyección de gas.
El segundo grupo de temblores tendría un origen diferente ya que se han producido cuando las tareas habían sido suspendidas. "Hay un cambio de tendencia y de estilo, y es probable que se deba a movimientos a lo largo de la falla que delimita toda esta estructura. Eso explicaría los movimientos de distensión (fuerzas en sentido contrario pero alejándose) y la mayor magnitud de los terremotos".
La pregunta es clara: "¿Hemos despertado una falla que durante un tiempo se mantuvo tranquila y alojaba el petróleo, pero que ahora, frente a la inyección de gas, puede haber respondido de otra manera?", dice Marzo.