El Rey Don Juan Carlos estará ingresado en un apartamento privado del Hospital Quirón de Pozuelo tras ser operado nuevamente de la cadera por una infección en la prótesis izquierda que llevaba desde su última intervención. Así lo ha considerado oportuno en la Casa Real argumentando que las "garantías clínicas" de este centro son las ideales para no molestar a otros pacientes. No obstante, el Rey hubiera preferido realizarse la intervención quirúrgica en un hospital de EEUU.
Según la información publicada este lunes por el diario La Razón, la Zarzuela pensó en otros hospitales para que el Rey fuera operado pero finalmente se decidió por el Hospital Quirón por sus "garantías clínicas", así como por su capacidad para adaptarse a la inminente intervención "sin alterar la planificación de los demás enfermos".
Entre las otras opciones se encontraban La Paz o el Hospital Militar Gómez Ulla. El primero contaba con las ventajas de tener un centro puntero en España en traumatología y un edificio dedicado exclusivamente en esta especialidad. Y en el hospital militar el monarca se hubiera sentido como en casa.
En cualquier caso, está previsto que el coste de la operación corra a cuenta del presupuesto que el Estado destina a la Corona. Este año la Casa Real cuenta con 7,9 millones de euros, de los cuales 292.752 euros le han sido asignados al monarca en este curso institucional.
El Hospital Quirón
El Hospital Quirón de Pozuelo ha sido el centro sanitario elegido finalmente por la Casa Real. No es nuevo para Don Juan Carlos. El Rey ya ha visitado en varias ocasiones este hospital, allí ha acudido en los últimos años para realizarse algunas pruebas. Además, pertenece al mismo grupo que el Hospital San José de Madrid donde se operó en noviembre del año pasado.
Cuenta con 300 habitaciones repartidas en tres plantas que a su vez están divididas en alas. Esto ha sido considerado como una ventaja para tomar la decisión final ya que esta organización permitiría acotar sin problemas el área donde se encontrara el Rey y de esta forma evitar que los pacientes alojados en el hospital sufran cualquier tipo de molestia.
A este centro se desplazarán varios médicos que intervendrán en la operación. El principal es Miguel Cabanela, una eminencia en el mundo de la medicina llegado desde Toronto que contará con la ayuda de uno de sus colaboradores en la Clínica Mayo de Rochester en Minnesota, el doctor Joaquín Sánchez-Sotelo. Además, tendrán al lado al doctor Ángel Villamor que estára presente en la sala pero no intervendrá salvo para dar indicaciones de la anterior operación.