No tiene consecuencias políticas, no equivale a una moción de censura y tampoco se trata de una reprobación. El voto de castigo es la última fórmula parlamentaria que ha encontrado el PSOE para enfrentarse a Mariano Rajoy.
Los socialistas preparan un voto de castigo contra Rajoy que saldrá adelante en el Congreso de los Diputados la próxima semana. El motivo de esta acción es denunciar que el presidente mintió a la Cámara baja hasta en tres ocasiones sobre el 'caso Bárcenas', según informa El Mundo.
El voto de castigo no tiene consecuencias políticas, y su función es asestar un golpe figurado al presidente del Gobierno. Esta acción se aleja mucho de la moción de censura, fórmula para derrocar al Ejecutivo, que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha instado a utilizar a la oposición socialista lanzando un claro desafío.
Con esto, el PSOE quiere dejar patente su rechazo a "la utilización de la mentira en sede parlamentaria".
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Rajoy mantiene su versión sobre Bárcenas
