
El portavoz del Govern, Francesc Homs, ha afirmado este domingo que el obstáculo para una consulta de autodeterminación de Cataluña no es el marco jurídico, sino la voluntad política. El secretario de organización de CDC, por su parte ha ofrecido negociar solo "los términos en los que hay que hacer la consulta".
El conseller de Presidencia y portavoz de la Generalitat de Catalunya, Francesc Homs, ha manifestado en nombre del Govern la decepción ante la respuesta por carta del presidente español, Mariano Rajoy, pero ha confirmado que ello no frenará sus propósitos soberanistas, empezando por la convocatoria de una consulta popular en 2014.
En una comparecencia pública extraordinaria en el Palau de la Generalitat para responder la misiva de Rajoy, Homs reconoció que la recibida desde el palacio de la Moncloa "no es la respuesta que pretendíamos cuando enviamos la carta (el pasado mes de julio) y cuando ha habido conversaciones a todos los niveles desde entonces".
Aceptan la oferta de diálogo
Mariano Rajoy esgrimió en su carta a Mas su rechazo a la consulta pero ofreció diálogo al 'president'. Sobre esto, Homs ha dicho que el Ejecutivo estudiará esa oferta de hablar porque se la toma seriamente, pero no será "ingenuo" permitiendo que eso dilate el proceso hacia la consulta.
El Govern esperaba una respuesta "del estilo Cameron" -ya que Londres sí acepta una consulta en Escocia- pero sigue comprometido con la consulta, por lo que contactará en los próximos días con los grupos del Parlament para poner las bases que permitan convocarla en 2014, y que eso ya se visualice en el Debate de Política General del 25 de septiembre.
Solo se negociarán los términos de la consulta
El secretario de organización de CDC, Josep Rull, ha reiterado este domingo que la consulta soberanista en Cataluña debe celebrarse en 2014 y solo ha ofrecido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, negociar "en qué términos hay que hacerla".
Rull ha reiterado que con voluntad política se puede celebrar la consulta y ha pedido a Rajoy "una altura de miras propia de un dirigente responsable y serio en la Europa del siglo XXI".