Este viernes, un empresario relata para un periódico nacional cómo el sindicato UGT obligaba a justificar una asamblea con CCOO como ayuda a mujeres discriminadas. Hoy, el dueño de Bobby Events afirma "ser la primera víctima de UGT-A".
Ayer jueves, el Partido Popular pedía explicaciones a la Junta sobre el uso de fondos públicos que el sindicato UGT, afin al PSOE, hacía de las ayudas recibidas.
Hoy, el testimonio de un empresario, recogido en portada por el diario El Mundo, desmonta las triquiñuelas de este sindicato para camuflar algunos gastos de este sindicato. Se trata del dueño de Bobby Events, uno de los empresarios que maquillaban facturas siguiendo a rajatabla las órdenes de los ugetistas, de manera que pudieran cargar ayudas públicas los gastos de la institución sindical.
El propietario de esta empresa relata cómo emitió una segunda factura al dictado de UGT "porque me dijeron que era la única forma de cobrar".
"Soy la primera víctima de UGT"
"Soy el primer sorprendido por verme en este escándalo, e primer perjudicado, el primer engañado y la primera víctima", afirmaba al diario El Mundo Roberto Escamilla, cuando vio publicado el e-mail que UGT envió a su empresa para que se cambiara el objeto del gasto. En el encabezamiento del mismo quedaba constancia de las indicaciones de UGT que rezan de este modo: "Necesito que por favor me modifique el concepto de una factura que te adjunto, solo el concepto (no puede aparecer nada de lo que hay ahora, solo lo que te adjunto) y, que me pongas lo que te detallo más abajo. Necesitaría aquí la factura esta semana, si me adelantas por correo electrónico la miramos para ver si est conforme y ya me la mandas por correo ordinario cuando puedas".
A Escamilla, recuerda hoy el diario madrileño, le encargaron la adecuación del Pabellón San Pablo para celebrar una asamblea regional de delegados sindicales de UGT y CCOO. Un acto que se celebraba tras la huelga general a Zapatero, y que estuvo presidido por Méndez y Toxo.
El 25 de enero de 2011, UGT-A remite un correo a Bobby Events donde pide que el acto se facture al 50% entre CCOO y UGT. Y así, dos días más tarde, Escamilla emite las dos facturas. En ellas detalla los trabajos realizados en una asamblea que atendía al nombre de La movilización continúa. Recuperar derechos, defender pensiones, en defensa del Estado Social.
Unos meses más tarde, UGT ordena cambiar el concepto de la factura. Y es aquí donde aparece el ya célebre e-mail con nuevas órdenes al empresario. Ahora las indicaciones son bien distintas. La factura debía llevar otro concepto: asesoramiento jurídico para mujeres.
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Falsear facturas para cobrar sobresueldos