
Los exsecretarios generales del PP Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas admiten que existía falta de control en las donaciones recibidas por el partido en su época al frente.
Durante su comparecencia, ayer, ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ambos negaron haber cobrado sobresueldos procedentes de una contabilidad irregular, si bien y según fuentes jurídicas, los dos optaron por la fórmula del "no recuerdo" para responder a buena parte de las preguntas que se les formularon, dado que, al comparecer en calidad de testigos, la ley les obliga a decir la verdad.
Lo que sí reconocieron es la inexistencia de protocolo alguno respecto de las donaciones recibidas por el PP, y por tanto, la imposibilidad de hacer cumplir lo señalado en la Ley de Financiación de partidos de 1987 o en la de Régimen Electoral General de 1985.
Es decir, no supervisaban ni la identidad de los donantes, ni si eran contratistas de la Administración Pública. Tampoco controlaban la cuantía anual de las donaciones, que no podía exceder de 60.000 euros. Ambos señalaron que el competente para todo ello era el tesorero, Álvaro Lapuerta, y que nunca preguntaron si dicho control existía o no.
A la vez, los dos dirigentes rechazaron haber recibido los pagos en negro que figuran a su nombre en la contabilidad manuscrita por Bárcenas. Arenas fue el más rotundo al negarlo al asegurar: "Jamás he recibido dinero del señor Bárcenas". El extesorero le atribuye el cobro de 234.320 euros trimestrales en B entre 1990 y 2011.
Por su parte, Álvarez-Cascos, actual líder de Foro Asturias, reconoció únicamente aquellos ingresos que figuran en sus declaraciones de la Renta. El extesorero del PP le atribuye el cobro de 10.000 euros mensuales entre 1994 y 1996. Según fuentes jurídicas, el político asturiano se mostró "tenso y arisco" durante el interrogatorio y el juez Ruz tuvo que llamarle al orden en alguna ocasión por el tono de sus contestaciones a los letrados de la acusación popular.
Álvarez Cascos reconoció haber compatibilizado su puesto de secretario general con el de tesorero entre 1990 y 1993, tras ser inhabilitado Rosendo Naseiro. El magistrado no le dejó contestar a las preguntas sobre lo que podría haber cobrado en su etapa como ministro, ya que dicha respuesta podría incriminarle (y Cascos acudía como testigo).
El que fuera secretario general del PP durante una década llegó y se marchó de la Audiencia Nacional caminando, en medio de un fuerte dispositivo policial. Únicamente coincidió unos minutos con su excompañero de formación, Javier Arenas, en una de las salas de espera del edificio, momento que los dos aprovecharon para saludarse de forma cordial.
Por su parte, Arenas reconoció su presencia en la reunión de marzo de 2010 con Rajoy, Bárcenas y su esposa, en la que lo situaba el extesorero, aunque de ella sólo recuerda que se habló de que Bárcenas mantuviera, tanto su despacho en la sede de Génova, como el coche del partido, y sin recordar que se hiciera referencia al cobro de sobresueldos. A su salida de la Audiencia, el actual vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP dijo sentirse "tranquilo" y que su declaración había ido "muy bien".
Su sucesor admite pagos en 'B'
Previamente a las comparecencias de Cascos y Arenas, el juez Ruz tomó declaración ayer al que fuera gerente del PP en 2009 y 2010, Cristóbal Páez, quien sí reconoció haber cobrado 12.000 euros en B, unos pagos que aparecen reflejados en la contabilidad de Luis Bárcenas como gratificaciones.
Así lo aseguran fuentes presentes en una declaración que se prolongó cerca de dos horas y en la que Páez aseguró haber recibido en dos ocasiones sobres con billetes de 500 euros no declarados a Hacienda.
Así, en los documentos aportados por el exsenador del PP aparece un apunte relacionado con Páez, quien sucedió temporalmente a Bárcenas cuando éste dejó la tesorería del partido en 2009 al estallar el caso Gürtel. La anotación, fechada el 2 de junio de 2008, registra un pago de 6.000 euros. Los manuscritos de Bárcenas incluyen otro pago que se habría producido meses antes, en abril de 2007, a nombre de "Cristóbal Mdez" por otros 6.000 euros.
En su declaración del pasado 15 de julio, Luís Bárcenas señaló que, al anunciar en 2009 que dejaba temporalmente el cargo de tesorero, "cedió" a Páez unos meses una carpeta donde se encontraban todos los datos de la contabilidad en B y los sobresueldos, y que un tiempo después recuperó esos documentos.
Previamente, compareció ante el juez Ruz el actual cajero de la formación, Antonio Ortiz, quien, según las mismas fuentes, negó en todo momento haber tenido conocimiento del pago de sobresueldos en el PP con fondos procedentes de una contabilidad irregular.