
La clase política, aunque por regla general austera en sus días de asueto veraniego, ha dejado imágenes de algunos de su miembros para el recuerdo contrarias a la ética y al decoro, sobre todo en época de crisis. Una de ellas, la de José Luis Rodríguez Zapatero en agosto de 2009 aterrizando en Lanzarote en un avión Falcón de la Fuerza Aérea Española para pasar unos días de descanso en 'La Mareta', una vivienda regalo de Hussein de Jordania al rey -en propiedad de Patrimonio- cuya remodelación costó a las arcas públicas 271.000 euros en 2005.
La Otra Crónica de El Mundo publicó en su día esta información y además recogía las críticas de los empresarios hosteleros de Lanzarote por el traslado de 15 cocineros al servicio del presidente y de su familia en lugar de hacer uso de los restaurantes de la zona, poniendo de ejemplo a la Casa Real.
Sólo pintar las canchas de tenis y baloncesto costó unos 9.000 euros. Iluminación, refrigeración y reparación del helipuerto fueron otras de las reformas acometidas en 'La Mareta'. Otro apunte que hacía el diario es que la vigilancia anual del enclave, resguardado de curiosos y paparazzi, sólo en seguridad cuesta alrededor de 120.000 euros.
La exministra de Sanidad, Leire Pajin, tuvo también su ración de críticas en 2011 al utilizar el Lazareto de Mahón, un exclusivo islote reservado para funcionarios de dicho ministerio y al que también llevó a sus padres.
El coste de la estancia por quince días en pensión completa haciendo uso de las instalaciones oscila entre los 180 y 500 euros según el rango del funcionario y para la que existe listas de espera. El ministerio de Sanidad aclaró que Pajín tuvo que abonar una cantidad mayor que el resto de trabajadores y recordaba que ella había sido el quinto miembro del departamento de Sanidad que se hospedaba allí en las últimas décadas y que en ningún momento se le dio privilegio de acceso.
En agosto de 2010, un mes antes de la huelga general de ese año, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, embarcaba a bordo de un crucero para recorrer durante una semana los países bálticos. Se le acusó desde diversos medios de comunicación de disfrutar de un viaje de lujo- el precio apenas llegaba a los 3.000 euros- en un momento en que como él diría tiempo más tarde "poco españoles pueden irse de vacaciones".
Las vacaciones del popular Ignacio González, presidente de la comunidad de Madrid han estado también en el punto de mira al revelarse que ático de Marbella en el que veranea podría ser de un testaferro profesional en el paraíso fiscal de Delawer.
Con más de 500 metros cuadrados, varias terrazas, piscina y jacuzzi cuenta el refugio marbellí del presidente que comparte edificio con la hija de Francisco Franco, Carmen Polo.
González garantiza que a finales del pasado año compró este ático de Marbella del que disfrutaba hasta ahora en régimen de alquiler pero se ha desvinculado de la investigación solicitada por la juez para conocer quién es el verdadero propietario.
Fuentes del Gobierno regional explicaron que la compraventa se ha articulado en 770.000 euros, y que el 80 por ciento del piso (566.000 euros) corresponde a su mujer, Lourdes Cavero, empresaria y vicepresidenta de CEIM, mientras que el 20 por ciento (154.000 euros) responde a González. Ambos tienen separación de bienes.