
La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tomaba la decisión voluntariamente hace unos meses de apartarse de la política por motivos personales y familiares. Sin embargo, el retiro no se ha hecho efectivo. Al menos, del todo. En los últimos meses, Aguirre ha continuado haciéndose ver y oír, en momentos concretos y en raciones dosificadas.
Sus movimientos, cuidados actos y declaraciones oportunas en asuntos de primera línea de actualidad dan a entender una estrategia de no desaparecer del todo, de evitar que los electores se olviden de uno de los pesos pesados del PP que, con su oportuna retirada, no está sufriendo el efecto de desgaste del resto de sus compañeros de partido.
La expresidenta madrileña no olvida tampoco los detalles puramente estilísticos ni físicos. En los últimos días se ha podido saber, confirmado con naturalidad por ella misma, que se ha sometido a una operación de levantamiento de párpados. "Me molestaba un párpado", explicó la política del Partido Popular.
¿Preparando una vuelta?
Sin embargo, Aguirre es muy consciente de la importancia del físico y de una presencia carismática en el oficio del político, algo que parece seguir teniendo en cuenta.
¿Querrá estar perfecta para una posible vuelta a la arena de la vida pública en un momento en el que el liderazgo de Rajoy está muy cuestionado?
Después de todo, la que fue líder 'popular' ya señaló la necesidad de llevar a cabo una "regeneración democrática" en el seno del partido y clamó por listas abiertas y una liberalización.
En esa ocasión, Aguirre explicó que se puede contar con ella para llevar a cabo dicha regeneración, aunque volvió a remarcar que no contempla volver a la primera línea de la política pese a que ésta sea su "vida". "Yo he abandonado la política pero la política es mi vida. No obstante, estoy a favor de la regeneración democrática y de que se haga cuanto antes. Contad conmigo", sentenció.