Política

Los fabricantes se plantean llenar las piscinas con agua de mar o depurada

Barcelona, 26 abr (EFE).- Los fabricantes de piscinas estudian la posibilidad de llenar estas instalaciones con agua de mar, de pozos o depurada con el fin de sortear las restricciones que la sequía ha obligado a implantar en Cataluña, donde la Generalitat ha prohibido llenar estos espacios de ocio con agua potable.

De las cerca de 800.000 piscinas que conforman el parque español, unas 150.000, es decir, una quinta parte, están ubicadas en Cataluña.

La gran mayoría de estas instalaciones -un 40 por ciento- se concentran en la provincia de Barcelona, donde desde principios de año está prohibido el uso de agua potable para fines lúdicos, como puede ser el riego de jardines, el lavado de coches y, especialmente, el llenado de piscinas, que puede comportar sanciones de hasta 3.000 euros.

Temerosos de las consecuencias económicas que puede acarrear esta situación, los profesionales del sector, agrupados en la Federación de Fabricantes de Equipos y Constructores de Piscinas, Saunas y Spas (FAPS), se han empezado a movilizar para hallar soluciones que les permitan soslayar estas restricciones.

El vicepresidente de la entidad, Lluís Cortés, ha explicado a Efe que una de las soluciones que se están estudiando es la viabilidad de llenar estas instalaciones con cubas de agua que no sea de consumo humano, como la del mar, la depurada, la procedente de los excedentes de pozos o acuíferos o la regenerada, aplicada actualmente a usos agrícolas y urbanos.

La Federación, que ya ha entablado conversaciones con la Agencia Catalana del Agua (ACA) para tratar de hallar alternativas que minimicen el impacto de la sequía en el sector, está convencida de que un correcto tratamiento de estas aguas no potables permitiría garantizar la salubridad de las mismas.

"Las aguas se pueden tratar para que ofrezcan todas las garantías de seguridad, sin que haya ningún tipo de problema para la salud", ha asegurado Cortés, que ha recordado que la exigencia de la calidad del agua de las piscinas es en muchas ocasiones superior a la de algunas playas o ríos en los que, aún así, se permite el baño.

"No es demasiado lógico. Si uno se puede bañar en una playa junto a la desembocadura de una depuradora ha de ser posible también en las piscinas", ha subrayado Cortés.

En Cataluña se construyen cada año cerca de 11.000 nuevas piscinas, aunque la crisis de la construcción y la grave sequía están empezando a provocar "un cierto descenso" en el ritmo de instalación de estos espacios.

"La situación de momento se puede ir manteniendo, pero si no encontramos una solución puede influir mucho más, por eso necesitamos alternativas", ha advertido el vicepresidente de la FAPS.

Cortés ha indicado que el objetivo de la Federación es hacer de las piscinas espacios sostenibles.

Para ello, ha dicho, la FAPS está ultimando la edición de una serie de recomendaciones en las que se recuerda a los particulares que un buen mantenimiento de estas instalaciones puede permitir que el agua esté en condiciones óptimas para el baño "unos cuatro o cinco años", sin necesidad de cambiarla.

Cortés reconoce que revisar las fugas que las piscinas puedan tener y filtrar el agua, drenarla y desinfectarla puede conllevar más trabajo a los propietarios que vaciar y llenar la instalación una vez al año, aunque, sin duda, son acciones que, a la larga, permiten ahorrar agua y dinero.

Lluís Cortés entiende la preocupación ciudadana por el ahorro de agua en períodos de extrema sequía como el actual, aunque pide que no se criminalice a un sector que, sólo en Cataluña, engloba a 600 empresas y da empleo directo a más de 4.800 trabajadores.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky