
José Antonio Griñán confirmó ayer que dejará la presidencia de la Junta de Andalucía en el primer consejo de Gobierno tras las vacaciones: el 27 de agosto. Le sucederá en el cargo la consejera de Presidencia, y futura candidata del PSOE en las autonómicas, Susana Díaz, de quien defendió su capacidad ante las críticas recibidas incluso de dentro del partido. "Nadie le preguntó por su valía a Felipe González", comparó en alusión a su llegada a la presidencia del Gobierno en 1982. El PP, sin candidato, pide adelantar los comicios
Griñán reiteró que no piensa en un adelanto electoral, aunque esa potestad la tendrá ya desde septiembre Díaz. La futura presidenta, la segunda en cuatro años que llegará al cargo sin pasar por las urnas como el propio Griñán en 2009, aseguró ayer que había pactado por la mañana con IU, socio de Gobierno, prolongar la legislatura hasta su final dentro de tres años.
Los comunistas se venían manifestando contrarios a celebrar comicios antes de la fecha prevista -2016- y lo han reiterado desde que, a final de junio, el presidente anunciara que no sería candidato y que cuando terminara la legislatura se retiraría de la política. Abrió entonces un proceso de primarias para elegir al cabeza de cartel del PSOE andaluz que terminó en fiasco al lograr sólo Díaz el volumen de avales necesarios. Ayer fue ratificada como candidata por el partido.
El también secretario general del PSOE-A y presidente federal socialista recalcó ayer que mantendrá ambos cargos orgánicos hasta que termine la legislatura, lo que abre un periodo de bicefalia partido-Gobierno de tres años. Uno de los mayores críticos con Griñán en el PSOE andaluz, el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, le pidió ayer la misma celeridad para dejar el poder interno en el partido que la mostrada para salir de la presidencia.
Griñán, además, se ha caracterizado por hacer lo contrario de lo que dice. Por ejemplo, en julio de 2012 avanzó que volvería a ser candidato del PSOE en 2016, algo a lo que renunció un año después. Otro ejemplo: hace tres semanas aseguró que, con independencia del resultado de las primarias, él iba a agotar su mandato de cuatro años. Ayer confirmó que deja la presidencia.
Declaración clave
Además, ha anunciado formalmente esta decisión la víspera de la declaración hoy ante la juez Mercedes Alaya del exinterventor general de la Junta, Manuel Gómez, el imputado que más claramente ha apuntado a la responsabilidad de Griñán en el fraude de los ERE. El presidente insistió ayer en que no deja el cargo por este caso, lo que calificó de "gran mentira", sino por motivos personales y familiares que son los que más pesan.
Sin embargo, igual que su retirada formal coincide con esa declaración, también al anuncio de que no sería de nuevo candidato se produjo dos días antes del auto de imputación de 20 altos y exaltos cargos del Gobierno andaluz, entre ellos la exministra y exconsejera Magdalena Álvarez, del pasado 2 de julio. De ahí que el transcurrir de la instrucción judicial esté marcando el devenir de la legislatura desde su inicio en marzo de 2012.
Elena Valenciano, vicesecretaria del PSOE, alabó la decisión de Griñán "en lo que tiene de estratégica para el partido y el Gobierno andaluz". Enlaza así con quienes señalan que Griñán deja así libre al Ejecutivo de la posible imputación de su presidente, algo para lo que el dirigente aseguró que no hay razones "ni jurídicas ni jurisdicionales".