Política

"La situación es insoportable": Rajoy aguanta una tempestad interna en el PP

Mariano Rajoy en una foto de familia del PP. Imagen: EFE

El malestar está creciendo dentro de las filas disciplinadas del Partido Popular por el escándalo del 'caso Bárcenas', pero todavía hay pocos signos de una rebelión que podría derrocar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Rajoy ha negado su implicación en este escándalo que abarca cuentas en bancos suizos y denuncias de financiación ilegal del partido, que sin embargo ha erosionado su credibilidad mientras intenta hacer frente a un enorme déficit presupuestario y demostrar que España no es el talón de Aquiles de la eurozona.

Frustrados por esta cautela, algunos miembros de su partido se están uniendo a las demandas de la oposición para que Rajoy dimita. Argumentan que su autoridad se ha visto tan afectada que ya no puede hacer frente a las muchas crisis de España, aunque nadie se ha rebelado públicamente todavía.

"La situación es insoportable. Es imposible que un Gobierno funcione con todo el enfoque puesto en el escándalo. La solución es elegir a un nuevo líder del partido", ha asegurado un alto cargo de la formación, que ha pedido no ser identificado.

Rajoy ya estaba lidiando con una recesión y un desempleo brutal, el aumento del fervor separatista en Cataluña y protestas callejeras por los recortes en la educación y sanidad públicas. Ahora, el Gobierno se ha visto sacudido por el testimonio del extesorero y exgerente del PP Luis Bárcenas.

Confiando en que la recuperación gradual de la economía comience este año, también ha recordado a los líderes empresariales que - al contrario que las frágiles coaliciones de Italia y Grecia - su Gobierno disfruta de la mayoría parlamentaria más fuerte en el sur de Europa y que no se enfrenta a elecciones hasta 2015. "Voy a defender la estabilidad política y voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles en su momento," dijo Rajoy esta semana.

Los fiscales dicen que acumuló hasta 48 millones de euros en cuentas en bancos suizos que no procedían de ganancias legítimas. Bárcenas dice que era algo extendido en el partido, pero el extesorero no ha aportado pruebas contundentes de que cualquier otro político estuviera implicado en las operaciones sobre la supuesta contabilidad B que él afirma que gestionaba, y ningún otro miembro del partido está acusado en este caso.

Desencanto en el partido

En este contexto, dos fuentes del partido han asegurado que el desencanto llegó a máximos la semana pasada cuando trascendió que Rajoy intercambió con Bárcenas mensajes de texto dándole su apoyo después de que estallara el escándalo. "Está en un callejón sin salida. No puedes mantener mano firme con tu programa político cuando también tienes esta debilidad en el partido", ha indicado un diputado del PP, que también pidió permanecer en el anonimato.

"Esta claro que hay una lucha por el poder a través de los medios, un ataque que viene desde el ala derecha del partido", ha asegurado otro líder empresarial cercano al PP.

Miembros del Gobierno rechazan la idea de que haya luchas internas dentro del partido. Sin embargo, reconocen que Rajoy tiene un problema de imagen, exagerado por su recelo a aparecer en público y aceptar preguntas. En este sentido, analistas políticos dicen que, a corto plazo, cualquier revuelta en el partido se silenciará.

"Por el momento sigue siendo un partido muy unido", ha indicado Juan Carlos Rodríguez, investigador de Analistas Socio-Políticos. Rodríguez sostiene que el descontento público con Rajoy está centrado en la economía, no en el escándalo.

"En España ha habido muchos gobiernos que no han sufrido un gran impacto electoral de los casos de corrupción. En 1996 los socialistas perdieron sólo por un punto (porcentual) después de un escándalo de corrupción importante. No hay una sanción tan fuerte", dijo Rodríguez.

Analistas políticos dicen que Rajoy tampoco tiene un rival claro en el partido en estos momentos, aunque la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría está bien considerada. Los veteranos del partido con fuertes apoyos personales como Aznar o Aguirre también se ven afectados por haber estado en el poder cuando Bárcenas dirigía las finanzas de la formación.

La habitual estrategia de Rajoy rendirá sus frutos porque no parece que haya ningún caso contra él desde un punto de vista legal, dijo José Luis Álvarez, profesor de sociología en la escuela de negocios francesa INSEAD.

"Es una táctica de defensa legalista", dijo Álvarez. "No creo que tenga que dimitir. Hasta ahora no he visto nada que le obligara a dimitir."

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