
Seis meses y una derrota en los presupuestos han cambiado el panorama político en el País Vasco, en una legislatura en la que el lehendakari Iñigo Urkullu pretendía pactar con todos a través de lo que se ha llamado "geometría variable", pero no ha fraguado. Las propuestas del PP vasco
Ante la necesidad de dar estabilidad a su gobierno y ante la inminencia de tener que empezar a preparar los Presupuestos para 2014, el lehendakari ha aceptado abrir una vía de negociación "preferente" con los socialistas.
Esto ha supuesto al PNV aceptar parte de las propuestas de reforma fiscal que Patxi López reclamó cuando era lehendakari, pero que el PNV le negó desde la oposición (subir el IRPF a los más ricos, reducir deducciones en el Impuesto sobre Sociedades, avanzar en la lucha contra el fraude fiscal a través de la mayor coordinación de las tres Haciendas Forales, etc).
En lo que el PNV no está dispuesto a ceder ante los Socialistas es en la interconexión "total" de las tres Haciendas para el cruce de datos en la lucha contra el fraude fiscal; y no permitirá que se trate de dictar la política fiscal desde el Parlamento por ser competencia de las Diputaciones.
Los límites del PNV
El Ejecutivo nacionalista ha aceptado también revisar la dimensión de la Administración y sus sociedades públicas, para reducir gastos y evitar duplicidades, aunque con menor intensidad de la reclamada por los Socialistas. El límite por el que no pasará el PNV será por tocar el entramado institucional, y aunque admita adelgazamientos no tocará las grandes sociedades públicas.
Antes de asumir que la aritmética parlamentaria obligaba a pactar con el PSE, Urkullu realizó en mayo, tras retirar los Presupuestos de 2013, una segunda ronda de contactos con los partidos abocada al fracaso. Insiste en plantear la "geometría variable" de hablar con todos y ha trasladado la negociación a los partidos (PNV y PSE), para evitar la imagen de pacto de Gobierno. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, reconoce que las negociaciones con el PSE "van bien", aunque hace falta "tiempo".
PP insite en un pacto a tres
Por su parte, la nueva presidenta del PP, Arantza Quiroga ha dejado bien claro que el PP quiere colaborar con la gobernabilidad del Ejecutivo vasco, máxime por la urgencia que exige la situación económica. Así, incluso después de que el PNV haya aceptado mantener negociaciones "preferentes", aunque no exclusivas, con el PSE, los populares vascos han vuelto a proponer al lehendakari un acuero a tres bandas: PNV, PSE y PP.