La dirección nacional del Partido Popular no tiene previsto asistir a la conferencia que el presidente de honor de esta formación y expresidente del Gobierno José María Aznar impartirá este lunes en el Club Siglo XXI. Tampoco ningún miembro del Gobierno.
Tampoco estará la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ni algunos de los ministros más cercanos a Aznar.
Fuentes populares confirmaron que ni la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ni ninguno de los tres vicesecretarios generales estarán presentes en el acto de Aznar, quien hace unas semanas concedió una entrevista en televisión en la que arremetió con dureza contra la gestión política del Gobierno de Mariano Rajoy.
Cospedal tiene otra cita en la agenda que le impide presenciar la conferencia de Aznar. Lo mismo le pasa al vicesecretario general de Política Territorial, Javier Arenas, quien este lunes estará en Almería para participar en un acto con el Príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón.
Los vicesecretarios generales de Organización, Carlos Floriano, y de Estudios y Programas, Esteban González Pons, tampoco tienen asegurado asistir a la conferencia, por lo que lo más probable es que ninguno de los máximos representantes del PP arropen al presidente de honor del partido y presidente de la Fundación FAES.
Aznar multiplica su presencia
Hace diez días pasó lo mismo con una colección de libros que ha publicado FAES y que Aznar presentó formalmente en el Congreso de los Diputados. Entonces, no asistió ninguno de los máximos dirigentes del Partido Popular.
El único representante de la cúpula nacional fue el secretario ejecutivo de Relaciones Internacional, José Ramón García Hernández, quien asistió a título personal porque habitualmente colabora con FAES y tiene muchos amigos en la fundación de Aznar.
La orden que dio Rajoy a sus ministros
La relación entre el expresidente José María Aznar y el actual jefe del Ejecutivo no pasa por su mejor momento. El primero admitió que solo había conversado en una ocasión desde que su 'elegido' para sucederle accedió a la Presidencia del país.
Pero si ya las relaciones eran frías, el último gesto de Aznar no ha ayudado a mejorar la situación. La entrevista realizada por el presidente de honor del PP en una televisión hace unas semanas, donde cuestionó las medidas tomadas por el Gobierno de Rajoy para salir de la crisis e incluso insinuó que podría volver a la política nacional "por responsabilidad", levantó ampollas tanto en el partido como en el Gobierno. Sin embargo, la elegancia y la indiferenica marcó la reacción de sus miembros.
Este domingo, el diario El Confidencial relataba cómo, horas después de la emisión de la controvertida entrevista, Rajoy lanzaba una orden desde Moncloa a todos los ministerios. La consigna era clara: no hacer comentario alguno sobre las críticas del expresidente.
Uno por uno, los ministros y dirigentes 'populares' que eran 'acribillados' a preguntas por los periodistas los días posteriores, cumplían con la orden con diplomacia. Sólo la vicepresidenta se permitió entrar más en el asunto, sin perder la neutralidad. Afirmó que la opinión de Aznar era muy respetada y agradeció "toda aportación" para lograr que el país vuelva a crecer y a crear empleo.
La consigna de Rajoy sobre Aznar