
Jefes de Estado y de gobierno, ministros de economía, gerifaltes financieros, banqueros, jefes de multinacionales, militares y hasta representantes del cuarto poder, la prensa. El Club Bilderberg, hermético y selecto, celebra entre este jueves y el domingo su congreso anual. Esta es la exclusiva lista de asistentes.
Bajo los techos del elitista Hotel Grove, en la localidad británica de Watford (Hertfordshire, a poco más de 30 kilómetros al noroeste de Londres), arranca hoy el cónclave más secreto, el congreso que lleva el timón del mundo. De Guindos, Cebrián e Isla: la lista de asistentes de 2013
En esta edición, el Club Bilderberg ha optado por comunicar lugar, fechas, asistentes y agenda, algo hasta ahora inédito en la historia. Años atrás, el Club siempre se había encerrado tras las puertas, obstaculizando el acceso a la información a los periodistas. La discreción era su mantra.
Más de 100 dignatarios de una veintena de países discutirán temas como cómo puede el Viejo Continente y Estados Unidos crecer más rápido y crear trabajo. Deuda, nacionalismos, populismo, la política exterior de Barack Obama y los desafíos africanos serán otros de los asuntos a tratar.
En la misma línea, el Club estudiará las amenazas asimétricas, sobre todo las provenientes del ciberespacio, la investigación médica y el desarrollo de Oriente Medio. Las políticas de la Unión Europea podrían centrar también gran parte de las discusiones.
Hace sólo un año también se pasó revista a las relaciones transatlánticas, a la geopolítica de la energía, a Oriente Medio, a la sostenibilidad del euro, a los problemas de la Rusia de Putin y a China, entre otros asuntos.
De la mano de Cebrián
El grupo, que ha inspirado un sinfín de teorías conspiratorias, contará con un representante del Gobierno de Mariano Rajoy (PP). Si en 2012 asistió la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ésta vez será el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien acuda.
Asimismo, los otros invitados españoles son el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, y el de Inditex, Pablo Isla. ¿Cuántos españoles se mueven tras el telón de Bilderberg?
La reina, Sofía de Grecia, volverá a ausentarse del cónclave, por segunda ocasión consecutiva. No obstante, la esposa del rey español, Juan Carlos I, era una de las habituales del club. Como muestra un botón: cuando la princesa Letizia anunció su primer embarazo, la monarca se encontraba en este foro.
Tampoco asistirá -en este caso por compromisos familiares- la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. Cesar Alierta (Telefónica), Juan María Nin (Caixabank) y Joaquín Almunia (comisario europeo de Competencia) tampoco se sentarán a la mesa.
Antes de De Guindos y Sáenz de Santamaría, también habían asistido a estos encuentros otros políticos como la actual secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal o el expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero, del PSOE.
Sólo un año antes, en 2009, Ana Patricia Botín, José Manuel Entrecanales (Acciona), Alberto Ruiz-Gallardón (PP) y Pedro Solbes (PSOE).
El grupo se ha reunido en España tres veces, la última en Sitges (Cataluña), en 2010. En 1975, tras la muerte de Franco, se citaron en Palma de Mallorca y, en 1989, en la isla de La Toja (Galicia).
Casi seis décadas de secretos
Su primera reunión secreta se celebró en un hotel de Arhem (Holanda) en 1954 para defender los intereses del capitalismo ante el empuje del comunismo. Corría entonces un periodo de entreguerras marcado por el Plan Marshall.
Desde entonces, casi seis décadas de gobierno mundial y cuchicheos. De hecho, la reunión sólo falló en 1976, y porque el presidente fundador del grupo, el príncipe Bernardo de Holanda, fue descubierto recibiendo sobornos del Grupo Lockheed.
La caída del mercado inmobiliario y la crisis de las hipotecas 'basura' han sido algunos asuntos debatidos por el grupo antes de que ocurrieran. Ya en 2006, los asistentes supieron que era mejor invertir en oro que en inmuebles.
Sus críticos, sin embargo, acusan al Club de ser un remedo de gobierno en la sombra mundial para tomar decisiones presentes y futuras sin dar cuentas a la opinión pública. De hecho, su hermetismo ha hecho que se gane la fama de lobby mundial, aunque este año es más transparente. Años atrás, el escritor Daniel Estulin ya intentó arrojar algo de luz a este opaco club.