
Cuando se cumplen diez años de la tragedia del Yak-42, el exministro de Defensa, José Bono, ha abierto su diario sobre la vivencia de la gestión del suceso, al que tuvo que acercarse un año después de que tuviera lugar.
En su diario, al que ha tenido acceso el periódico El País, el expresidente de las Cortes relata cómo fue su trato con las familias de los militares caídos, con las altas esferas del Ejército y con las políticas e institucionales.
Críticas al monarca
Bono explica que transmitió al rey Juan Carlos I el pesar por el modo en que el funeral se desarrolló, "mal organizado y en una ceremonia única".
El exministro explica que hizo saber al monarca de las críticas sobre la decisión de realizar una única ceremonia con motivo de facilitar su agenda y que no tuviera que desplazarse a varios actos fúnebres. "¡Eso es mentira! Yo no voy a la ópera, pero para actos militares no me tienen que insistir... Hicieron lo que quisieron, sin que yo ordenara nada. ", contestó Don Juan Carlos a José Bono, según transcribió éste.
En su diario, el expresidente de Castilla-La Mancha también hace referencia a las identificaciones falsas realizadas de los treinta cadáveres. "Se confirma lo que ya sabíamos: las identificaciones realizadas por forenses españoles son falsas. ¡Qué desastre! Ni siquiera el azar ha estado de parte de estos negligentes", escribió Bono.
El enfado de las familias por el desconocimiento de la verdad y su especial descontento con el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Luis Alejandre; y con el entonces ministro de Defensa Federico Trillo son otros de los detalles reveladores de los diarios de José Bono sobre su 'herencia' en el caso del Yakolev accidentado.