
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, no ve delito en la acción que protagonizaron activistas de Greenpeace en el Congreso el pasado miércoles, cuando uno de ellos llegó a escalar a la azotea de la Cámara Baja, y ha señalado que la actuación policial fue "correcta". Los ocho detenidos, en libertad
En su opinión, "en ningún momento" hubo "problema ninguno de que estas personas pudieran entrar en el Congreso y pudieran alterar el normal desarrollo de la sesión plenaria, que es lo que el Código Penal establece como delito contra las instituciones del Estado".
Por eso, "no hablamos de existencia de delito sino de una situación de grave peligro para la persona que trepó", ha señalado Cristina Cifuentes.
Aunque ha señalado que "lo deseable" es que este incidente no se hubiera producido, Cifuentes se ha negado a hablar de fallo policial y ha señalado que es "complicado" este caso porque a causa de las obras el Congreso está lleno de andamiaje y además "no se esperaba una actuación (de protesta) de este tipo".
Actuación correcta
Además, ha considerado "correcta" la actuación de la Policía, incluso "mesurada", porque el riesgo de caerse que tenía el activista habría aumentado si los agentes hubiesen escalado también para detenerlo.
La Policía, ha añadido, "hizo lo que tenía que hacer", que fue entrar por dentro de la azotea y bajarlo. Cifuentes también se ha referido al movimiento del 15M, que en su opinión ha ido perdiendo apoyo social por haberse "radicalizado".
Tras subrayar la "muchísima fuerza" con la que surgió, como un movimiento ajeno a la política, que quería aglutinar diferentes corrientes y quería regenerar el sistema, además de que proponía "cosas que podían ser compartidas por muchos", Cifuentes ha considerado que después "se ha ido radicalizando".