
El Consejo de Europa denuncia en su último informe torturas y malos tratos a los detenidos en España por la Guardia Civil y reprocha a las autoridades que no emprendan una investigación "rigurosa e independiente" sobre los métodos utilizados por los agentes. Estas acusaciones las hace basándose únicamente en los testimonios de una decena de etarras detenidos en los primeros meses de 2011. Urkullu propone adecuar las fases de política penitenciaria
En sus conclusiones, la delegación europea se hace eco de testimonios de detenidos por terrorismo durante los primeros meses de 2011 denunciando haber recibido malos tratos por parte de los agentes. "La delegación recibió alegaciones creíbles y consistentes de malos tratos de diez de las once personas con las que mantuvo entrevistas, que habían estado detenidas en régimen de incomunicación", relata.
El Consejo de Europa explica que los malos tratos alegados empezaron supuestamente durante el traslado desde el lugar de la detención a Madrid y consistieron "fundamentalmente en patadas y golpes con porras en la cabeza y en el cuerpo". Recoge también supuestas torturas recibidas por los detenidos durante el interrogatorio.
Forzar las declaraciones
"Parece que el objetivo de los malos tratos alegados era el de conseguir que la persona detenida firmara una declaración (es decir, una confesión) antes de que acabara la detención en régimen de incomunicación y confirmar dicha declaración antes de la vista oral", señala.
La delegación recuerda que el Consejo de Europa ha estado "llamando la atención" de las autoridades españolas "durante dos décadas" sobre el "problema" de los malos tratos que infringe la Guardia Civil a personas sospechosas de delitos relacionados con el terrorismo.
El informe, hecho público este martes, relata las conclusiones del Comité Europeo para la prevención de la tortura y de las penas o tratos inhumanos o degradantes durante su visita a España en junio de 2011, cuando aún gobernaba el PSOE.
Estrategia de defensa
El Consejo de Europa deduce que cuando los detenidos hacen denuncias de malos tratos, éstas son "sistemáticamente consideradas como no fiables y parte de una estrategia de defensa para restar validez a la declaración hecha hacia el final de la detención en régimen de incomunicación". Además, destaca que, de los casos analizados, en ninguno se había tomado ninguna medida para investigar la coacción o los malos tratos denunciados.