
Carismático, excéntrico, impulsivo e histriónico son los adjetivos en los que coinciden tanto acólitos como detractores para definir la personalidad política del líder de Alternativa Galega de Esquerdas, Xosé Manuel Beiras. El que fue azote de Fraga desde 1982 hasta el 2002 "está repitiendo el mismo patrón con el presidente Feijóo para reforzarse frente a su electorado y eclipsar al resto de la oposición", explica a este diario el politólogo gallego Miguel Ánxo Bastos, quien señala también al Partido Popular como el principal beneficiado de esta actitud. Beiras golpea el escaño de Feijóo
Veinte años han transcurrido entre la imagen del histórico dirigente nacionalista, zapato en mano, golpeando su escaño y la de ayer, en la que hacía lo propio en la bancada del presidente Feijóo, aunque en esta ocasión sin ningún artificio. Minutos después del encontronazo en el que Beiras llamó "indigno e indecente" al líder gallego, los populares exigieron su dimisión por su conducta "violenta y agresiva".
Fuentes del PP gallego restan importancia a este episodio. "No es nada nuevo. Cada vez que el presidente le rebate algún argumento que no le gusta, salta. A veces se levanta y protesta y otras no", aunque confiesan que esta vez ha ido demasiado lejos. "Él está encantado haciendo ese papeles mientras los medios le den cobertura".
"Beiras sabe teatro y sus gestos son muy dramáticos", explica Bastos, quien dibuja también al Partido Popular como uno de los beneficiados con su actitud ."Al PP también le viene bien, por eso los medios afines a ellos le tratan tan bien", considera el polítogo gallego ya que "nadie habla ni del BNG ni del PSOE".
Otra de las últimas escenas que ha representado el líder de Alternativa en el Parlamento estuvo motivada por la publicación de varias fotografías en las que Núñez Feijóo aparecía con el narcotraficante Marcial Dorado.
Tras las explicaciones de Feijóo en la tribuna sobre su relación de amistad con Dorado, Beiras, con la voz entrecortada le acusó de que "la ética política le importaba un nabo". Incluso le llegó a decir que le provocaba el llanto.
"Quemaría a Fraga"
El nacionalista de 76 años se ha erigido en las últimas elecciones autonómicas como la tercera fuerza política con su nueva marca Alternativa Galega, desbancando al cuarto puesto al BNG, partido que lideró durante veinte años. Sus ataques a la derecha gallega han acompañado su táctica política desde sus inicios. Del expresidente gallego, Manuel Fraga, el dirigente nacionalista decía que era "la peste fraga" o incluso que "lo quemaría", a lo que éste le respondía con comentarios sobre su salud mental.
Con Feijóo y otros miembros del Partido Popular ha tenido siempre la misma línea y también ha reservado su afinado verbo para cargar con algún que otro miembro de la izquierda. En abril de 2011 dijo "que los terroristas más peligrosos en este momento, no solo andan libres, sino que están en el poder político", citando a Mariano Rajoy, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Alfredo Pérez Rubalcaba y a al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela.