
El auto de la juez Mercedes Alaya en el que se ordena el encarcelamiento de Juan Lanzas, exsindicalista de la UGT durante 23 años -de los cuales doce estuvo ocupando altos cargos-, describe a este intermediario como el co-cerebro de la trama criminal de blanqueo de capitales junto a su amigo, el exdirector general de Empleo, Francisco Javier Guerrero, también en prisión. Es la primera vez que se le atribuye por parte de la juez este papel central en el fraude desde el inicio de la trama, aunque la Policía (que inicialmente inició las investigaciones, hasta que Alaya se las encargó a la Guardia Civil) ya lo advirtió en 2011. Toxo avaló ante notario la asociación que cobró de los ERE
La juez estima que Lanzas recibió directa -mediante cheques y en efectivo- e indirectamente -a través de cinco empresas pantalla controladas por testaferros suyos- 13,4 millones de euros de las sobrecomisiones pagadas por la Junta a las empresas intermediarias de los ERE, Uniter y Vitalia, además de ser incluido, tanto él como su esposa, en el ERE de la empresa Hitemasa de Málaga. En total, colaboró para incluir a 24 intrusos en ERE -personas que nunca trabajaron en las empresas que los presentaban- de los 183 detectados.
Lanzas trabajó además, cuando dejó UGT, en Vitalia y en el bufete Villasís -otro de los integrantes de la trama de desvío de comisiones-. El director comercial de Vitalia, Antonio Albarracín, también imputado y encarcelado, fue de hecho jefe de Lanzas.
Tanto este exdirectivo como el propio Lanzas incrementaron su patrimonio en 16 inmuebles cada uno durante los años en los que funcionó el sistema fraudulento (2001-2010), según la investigación de la Guardia Civil.