Un año y un mes al frente de la Secretaria General del PSOE no han sido suficientes para que Alfredo Pérez Rubalcaba lograse reactivar la confianza entre el electorado de izquierdas tras el varapalo histórico de las generales del 20-N. Su liderazgo se ha visto desde entonces mermado mes a mes en las encuestas motivado por su falta de diligencia para solventar problemas internos, a lo que se le suman las críticas por una labor de oposición demasiado blanda y de perfil bajo frente a un Partido Popular que tampoco pasa por su mejor momento. Ni Rubalcaba ni Rajoy inspiran confianza.
El flanco débil de Rubalcaba es, sin duda, su incapacidad para parar los pies a las pretensiones soberanistas del PSC. El líder catalán, Pere Navarro, hizo valer sus promesas electorales y los diputados de este partido en el Congreso se desmarcaron del PSOE tras fracasar los intentos de pactar una postura común respecto a las propuestas de resolución sobre la consulta soberanista. Votaron a favor de una consulta en Cataluña haciendo caso omiso a la dirección general de su partido.
Pere Navarro además supo como restarle protagonismo a su propio líder el día del Debate del estado de la Nación declarándose en un encuentro paralelo con periodistas como "republicano convencido" y reivindicando la abdicación del Rey en su hijo, el príncipe Felipe.
Pese a que Rubalcaba y otros líderes y exmiembros de peso del partido le desautorizaron ipso facto, Navarro, con su insistencia dibuja una brecha cada vez más amplia con Ferraz. Su secretario General en lugar de dar un ultimatum a los catalanes, como muchos clamaban entre las filas socialistas, tiende la mano hacia un nuevo marco de diálogo que renueve las estructuras con el PSC, donde éste debatirá como actor independiente y en igualdad de condiciones, un estatus de privilegio que no mantienen el resto de federaciones socialistas.
Primarias en Galicia
Otro de los territorios históricos que traen de cabeza al líder de la oposición es Galicia. Allí la lucha es otra, y se refiere a la opción de celebrar unas elecciones primarias para nombrar al próximo líder de los socialistas gallegos, una fórmula, en principio, no establecida en los estatutos del partido.
Con todo, Rubalcaba parece haber dado su brazo a torcer y podría haber pactado con el líder gallego Pachi Vázquez una experiencia piloto para la elección de nuevo líder el 1 de junio de este año, según informa este martes El País.
Murcia también ha seguido la estela de 'rebelión' en Galicia y el pasado viernes su Comité Regional aprobó la convocatoria de Primarias.
El destino de Rubalcaba parece unido al del exministro de Fomento y en la actualidad diputado socialista, José Blanco, imputado en el 'caso Campeón'. La decisión de no retirarle su confianza pone en duda de cara a la opinión pública su anunciado compromiso con la corrupción, un aspecto que evidencian los últimos sondeos del CIS. El hecho de que hasta el momento el líder socialista "ponga la mano en el fuego" por Blanco podría ser interpretado en agradecimiento al apoyo que el exministro le dio en el congreso de Sevilla.
Asimismo Rubalcaba apoya a su secretario de Organización, Óscar López, que la pasada semana se enfrentaba a la escisión del PSOE de Ponferrada tras aprobarse una moción de censura con el apoyo de un exalcalde condenado por abuso sexual. El líder del PSOE asegura que él no estaba al corriente, a pesar de que la federación leonesa insista en que estaba en copia de un correo electrónico que enviaron a Ferraz dos días antes de la citada moción de censura.
La falta de previsión la improvisación y la imposibilidad de frenar la situación en Ponferrada dibujan a un dirigente en la sombra incapaz de hacer frente siquiera a problemas regionales. Consciente de esta imagen Rubalcaba trabaja ya en un plan de renovación pasa por reforzar cambios importantes en la estructura y organización y del grupo parlamentario que presentará el próximo jueves en la reunión de la Ejecutiva del partido.
A pesar de la evidente flaqueza que refleja el actual líder del PSOE hace oídos sordos a las voces del partido que animan a cambiar el calendario de primarias.
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"El que se tiene que ir es Rubalcaba"