
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, ante el potencial triunfo en las autonómicas andaluzas de 2012 de Javier Arenas, quiso hacer negocios con inversores extranjeros en relación a la venta de inmuebles de la Junta de Andalucía, unas operaciones inmobiliarias que no se llegarían a concretar por el pacto de gobierno entre PSOE y IU. En ese momento, Bárcenas ya estaba imputado. Arenas hizo de intermediario entre Bárcenas y Rajoy.
El exsenador popular y amigo del extesorero Javier Sánchez Lázaro hizo que se canalizase a través de Luis Bárcenas el interés natural de inversores extranjeros hacia el que según todas las apuestas sería el presidente de la Junta de Andalucía, según ha podido conocer El Confidencial.
Sánchez Lázaro -salpicado por el caso Naseiro y un pelotazo abortado en Chinchón- ponía a los inversores en contacto con Bárcenas, que actuaba de intermediario. Éste ejercería su "amistad" con Javier Arenas para desbloquear la operación de venta de inmuebles por valor de unos 400 millones de euros, necesaria para llenar las mermadas arcas andaluzas y hacer frente a los pagos atrasados (sic EC).
Hubo un total de tres citas. En las dos últimas, además de Bárcenas también estuvo presente el exalcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, exmarido de la ministra de Sanidad Ana Mato e imputado también en la 'trama Gürtel'. Estos encuentros contaron con la presencia del exeurodiputado e imputado Gerardo Galeote y del exsenador y sobrino de Manuel Fraga, Luis Fraga.