Los correos del exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, que sitúan a la princesa Corinna Zu Wittgenstein en las gestiones de Nóos y actividades relacionadas con el Gobierno Español, han hecho que la princesa alemana, amiga del Rey desde el 2004, protagonice algunas portadas de medios nacionales e internacionales proclamando su inocencia. Zarzuela niega "pacto o gestión alguna" para que ésta rompiese su silencio y califica sus intervenciones de "publireportajes". Así se expresó Corinna.
Éste es el calificativo que utiliza la Casa del Rey, según ha podido saber El País, para definir las declaraciones con fotografías a todo color en El Mundo, ¡Hola! y Paris Match.
Con anterioridad a estas publicaciones la figura de Corinna se conocía a raíz de formar parte de la comitiva que acompañó a don Juan Carlos Carlos en su viaje a Botsuana en el que el monarca sufrió una caída en mitad de la noche en la que se rompió la cadera izquierda. A él le une "una entrañable amistad", explicó Corinna en una entrevista en exclusiva al diario El Mundo en la que aseguró que "no contasen con ella para utilizarla contra la Familia Real".
En este sentido también se pronunció Corinna en septiembre de 2012 en el New York Times. La alemana negaba en el diario estadounidense su relación sentimental con el Rey y declaraba que le considera "un tesoro nacional". "Cuando entra en una habitación, irradia calidez y carisma y conecta con todo el mundo".
Ayuda a Urdangarin
"El Rey me pidió que ayudara a Iñaki a encontrar empleo apropiado en una organización internacional y reconocida -se justifica-. Cuando no aceptó la oferta de Laureus - subraya Corinna Zu Wittgenstein, una de las protagonistas de los correos entregados por Diego Torres, el exsocio de Urndangarin al juez Castro-, me sentí muy decepcionada".
"Su perfil -desarrolla su exposición- me pareció perfecto para el trabajo de Laureus. Entonces era un auténtico golden boy: un atleta olímpico con dos medallas, Atlanta y Sidney, y miembro de una Familia Real europea por su matrimonio con la infanta Cristina. Pero fue él el que me buscó a mí y él el que estaba interesado en la Fundación Laureus".
"Las especulaciones de Botsuana me dolieron"