El candidato a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero no ha alcanzado los 176 votos necesarios para ser envestido en primera vuelta por mayoría absoluta. Será el próximo viernes cuando se proceda a la segunda votación donde saldrá investido en segunda vuelta con mayoría simple.
A pesar de que todas las quinielas apuntaban a que no sería investido en primera vuelta, la decepción se ha podido leer en el rostro del aún presidente en funciones del Gobierno. Y es que con la votación de hoy se ha convertido en el primer presidente elegido en las urnas que no lo consigue la mayoría absoluta y tiene que esperar a una segunda votación para acceder al puesto.
Votaron en contra de Zapatero los 154 diputados del PP, los 3 de ERC y la representante de UPyD, Rosa Díez. El resto de partidos, CiU, PNV, IU, BNG, ICV, CC y NaBai, se abstuvieron, tal y como habían anunciado en sus intervenciones durante el debate.
El viernes, es decir, dentro de las 48 horas que marca la Ley, Zapatero se expondrá a una nueva votación donde tan sólo son necesarios los votos de su partido para ser investido presidente. Si en la primera ronda la mayoría absoluta era necesaria, no lo es así en la segunda donde con una simple se convertiría en el presidente del Gobierno de la IX Legislatura.
Un debate controvertido
Durante más de dos horas los partidos políticos han expuestos sus peticiones, quejas y reclamaciones al Gobierno en funciones. Si la jornada de ayer estuvo protagonizada por un cara a cara entre Zapatero, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy y los partidos nacionalistas, hoy les ha tocado a los representantes del Grupo Mixto. La portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, Rosa Díez de UPyD, y Uxue Barkos de Nafarroa Bai han sido los encargados de trasladar a Zapatero sus programas.
La portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, ha sido la primera en intervenir. Con un discurso seguro y lleno de citaciones constantes a la Comunidad que representa, dejaba claro a Zapatero que se abstendría en su investidura aunque le mostraba su disposición para trabajar en los grandes temas de Estado. La portavoz ha centrado su discurso en desgranar los problemas de las Islas a las que el futuro Gobierno central tiene que dar solución. El principal, el de la inmigración, necesita una atención especial y "retomar el diálogo con Canarias y sustituir combate por debate".
Otras de las reclamaciones fundamentales de CC fueron el reconocimiento de la condición ultraperiférica de Canarias en las leyes españolas, así como el incremento de las inversiones en infraestructuras, la reconversión del sector turístico y la garantía de que la producción agrícola de las Islas "se pueda poner a coste cero en la Península".
Una ex socialista de armas tomar
Pero ha sido la presidenta de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, una de las más críticas con el Gobierno. Ha centrado parte de su discurso en las diferencias salariales de los funcionarios en función de su comunidad autónoma, los distintos modelos educativo o los servicios que se prestan a los ciudadanos.
Pero la portavoz no ha querido dejar pasar la ocasión para hablar de terrorismo. Así, Díez ha asegurado que hoy "no estaríamos lamentando lo que está ocurriendo en Mondragón si su anterior Gobierno no hubiera maniobrado y manipulado a la Justicia durante su disparatado e inútil proceso de paz para permitir la vuelta a la inmunidad del brazo político del terrorismo".
Las reacciones de la oposición
La diputada de Nafarroa Bai (Na-Bai) en el Congreso se ha mostrado segura en sus palabras, crítica y no ha dejado tema sin tocar. "Del candidato de la salida de las tropas de Iraq al candidato en segunda vuelta hay un abismo. Falta pasión política". Así de tajante se ha mostrado la portavoz que no ha dudado en mostrar su apoyo al presidente en funciones su posición en el ámbito de terrorismo. "No ha sido eficaz la Ley de Partidos, la dispersión ni el Pacto Antiterrorista", y ha reprochado a los partidos mayoritarios que el compromiso de este acuerdo, no utilizar electoralmente el terrorismo, "ha sido largamente incumplido" en la pasada legislatura.
Tras las palabras, las votaciones, los gestos, apoyos y desacuerdos han llegado las reacciones de los que hoy no han tenido voz, aunque sí voto, en el Congreso. Por su parte, el diputado de ICV Joan Herrera aconsejó a Zapatero, que trabaje por mayorías de izquierdas porque se enfrenta a una "situación rara que se le complicará a lo largo de la legislatura".
Herrera recalcó que pese a haber obtenido más votos, el PSOE "no tiene alianzas para tirar adelante la legislatura". Por ello, recordó al PSOE que "es posible hacer mayorías y políticas de izquierdas" si avanza en sentido de izquierdas "en lo económico, lo ambiental y lo social", además de "transitar en una política federal".
ERC, por su parte, ya dejó claro que no iba a apoyar al candidato a la presidencia. El portavoz parlamentario de la formación política, Joan Ridao, ha explicado que su partido ha acabado votando no a la investidura porque tras el debate se ha constado que el PSOE "prefiere a Esquerra en un rincón del ring". Y es que a ERC, tal y como ha señalado su portavoz, no le gusta la concepción que los socialistas tienen de España, porque se ha pasado "de la España plural a una y diversa", que representa una "vuelta al pasado".
A pesar de tener una posición mayoritaria en esta Cámara, Zapatero se ha mostrado positivo: "Tengo más ilusión que hace cuatro años", después de recibir "más apoyo" de los ciudadanos, "he intentado ser muy respetuoso y defensor del pluralismo político desde el terreno ideológico o desde el punto de vista de las fuerzas políticas que representan a un territorio".