La segunda jornada del debate sobre el estado de la nación ha tenido al rey Juan Carlos I como protagonista involuntario. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha pedido la "reinvención" de la Corona tras el 'caso Urdangarin' y ha pedido aplicar a la "opaca" monarquía "luz y taquígrafos" porque ya no basta con disculpas. El Grupo Mixto también ha entrado en este debate. Rajoy resucita de su calvario por la tibieza de Rubalcaba
"Después de tantas peripecias con fundaciones, favores, patrocinios, emails subidos de tono y hasta elefantes, ya no vale con un "lo siento mucho, no volverá a ocurrir", ha dicho el político nacionalista en el Pleno del Congreso.
Corrupción y Monarquía, sin olvidar los intereses territoriales de cada uno de las formaciones políticas, han copado la recta final del debate del estado de la nación.
Tras las palabras de Aitor Esteban, el representante de Amaiur, Iker Urbina, le ha recordado a Mariano Rajoy que "desde la Monarquía hasta el poder judicial dan muestras de corrupción".
Más sarcástico se ha pronunciado el líder de ERC en el Congreso, Alfred Bosh, quien desde el principio ha criticado el silencio de Rajoy con determinados casos de corrupción que afectan a la familia del monarca. ¿Por qué no habla de la Casa Real?, ¿por qué no de la Monarquía?, ¿se ha convertido en republicano?, exponía desde la tribuna. La monarquía y la corrupción, remachaba, "muestran signos de putrefacción".
Menos concreto, pero pegado al reiterado discurso de la corrupción, el portavoz de Compromis-Equo, Joan Baldoví, hizo su aportación literaria al respecto: "Algo huele a podrido en el reino de España".
En respuesta a los distintos líderes, Rajoy pasó de largo sobre esta cuestión, y aunque eludiendo nombres propios -no voy a hablar de esas personas, dijo por Bárcenas y Sepúlveda...- afirmó que éstos llevaban tiempo sin ejercer ninguna responsabilidad en su partido. El jefe del Ejecutivo cerraba así el asunto afirmando además, que eso "sí que era un ejemplo de lucha" contra la corrupción.
Alfonso Alonso, por su parte, apenas dedicó unos minutos a la corrupción. Eso sí, en el ecuador de su discurso admitió que "faltaron y fallaron controles". Pero remató enfatizando que en España "no hay políticos corruptos y este Gobierno no lo es".
La Monarquía, de actualidad
La cuestión monárquica ya fue introducida ayer en la Cámara Baja. Así, Rosa Díez (UPyD) pidió que la Ley de Transparencia incluyera también a la Casa del Rey.
Antes, desde IU, Cayo Lara lamentó que la corrupción "está socavando" los cimientos de la democracia. Según el izquierdista, esta lacra afecta "a las instituciones más importantes del país, como la monarquía.
Dardos catalanes
Las críticas al monarca también han llegado esta semana desde Cataluña. Así, el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha censurado al primer secretario del PSC, Pere Navarro, por pedir la abdicación del Rey, unas palabras a las que no otorga "ningún fundamento".
Este miércoles, Navarro, pese a declararse republicano convencido, ha apostado porque le sustituya el príncipe Felipe como nuevo jefe del Estado. El PSOE, no obstante, se desmarcó de la petición y la tachó de "totalmente inadecuada".
Días antes, el diputado de CIU en el Congreso Carles Campuzano consideraba que la abdicación empezaba a ser "algo más que una opción", a tenor de las últimas informaciones sobre su supuesta implicación en el 'caso Nóos'.