
El exsocio de Iñaki Urdanagrin, Diego Torres, ha puesto en el punto de mira a la Familia Real al implicar directamente al entorno más cercano del Rey don Juan Carlos, e incluso al monarca, con los últimos correos entregados sobre Nóos a la justicia. En este escenario, la estrategia de Zarzuela pasa por esperar a que sea el juez Castro quien determine si el grado de implicación en el caso es susceptible de imputación, como se hizo con el asesor de las Infantas, Carlos García Revenga. Los últimos correos que Diego Torres entregó al juez.
Asimismo, la Casa Real descarta completamente que la infanta Cristina se vea implicada en el proceso judicial, ya que el fiscal no ha creído a Torres y por lo tanto no va a llamar a declarar a la Infanta ni tan siquiera como testigo".
Estos datos han sido revelados por la revista Vanitatis en su edición on-line, donde también se apunta a que este fin de semana, y coincidiendo con la declaración del exsocio del duque, hubo varias reuniones en Zarzuela a las que asistieron el Rey, el Príncipe Felipe y altas instancias de la casa. En estos encuentros se habría barajado incluso la posibilidad de que doña Cristina fuese llamada a declarar como imputada para salvaguardar sus garantías procesales y poder defenderse ante las acusaciones de Diego Torres.
Sobre el conde de Fontao y abogado de la Casa Real, Manuel Romero, también recae la sombra de imputación. Él fue el que, a petición del Rey, recomendó en 2006 a Urdanagrin que abandonase el instituto Nóos. Con todo, Diego Torres le atribuye una mayor presencia en las actividades del Instituto y ha asegurado que diseñó una estrategia para que Urdangarin no figurase públicamente en las actividades del Instituto Nóos ni en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (Fdcis), que sucedió a dicha entidad.
La Casa Real considera que una hipotética imputación del Conde de Fontao "sería un problema menor", ya que, según fuentes consultadas por Vanitatis, Manuel Romero no ha formado parte del engranaje oficial de la jefatura del Estado debido a que siempre ha tenido un perfil mediático bajo.
Diego Torres también ha señalado directamente al que fuera jefe de la Casa Real entre 2002 y 2011, Alberto Aza. Los correos que el exsocio del duque de Palma ha entregado al juez evidencian que éste, junto al rey, estaba al tanto de todas las "gestiones" del Instituto Nóos. Así consta en una de las misivas entre Urdangarin y la amiga del Rey, Corinna Sayn-Wittgenstein, en la que tratan sobre la incorporación del duque de Palma en el Instituto Laureus. Una propuesta que, según escribe Urdangarin fue "consultada a mi suegro y a Aza".