Política

Zapatero, dispuesto a "corregir cosas", convoca a Rajoy para hablar de ETA

El candidato a la investidura, José Luis Rodríguez Zapatero, ha convocado al líder del PP, Mariano Rajoy, para mantener un diálogo "inmediato y a fondo" y lograr el compromiso de todos contra ETA, para lo que está dispuesto a "redoblar esfuerzos y corregir cosas".

En su réplica ayer a Rajoy durante el debate de investidura, Zapatero se mostró convencido de que la actitud del líder de la oposición, a pesar de algunas afirmaciones de su discurso, será de "escuchar y de aportar" y le ha invitado también a rectificar.

"Seria muy bueno que los españoles escucharan que estamos dispuestos a dialogar, a entendernos, a superar el pasado, a saber rectificar, a escuchar, y cada uno, a estar a la altura de la responsabilidad que tiene", señaló.

Tras asegurar que él sabe muy bien cuál es la responsabilidad del presidente del Gobierno de España, garantizó que si tiene que redoblar los esfuerzos o rectificar, está dispuesto a "corregir y mejorar", a pesar de lo que han dicho los españoles en las urnas el 9 de marzo.

Critica a la falta de propuestas

Además, en respuesta a la intervención del líder de la oposición en el debate de investidura que comenzó ayer en el Congreso de los Diputados, Zapatero lamentó que Rajoy se haya remontado al pasado sin hacer propuestas para el futuro ni en economía, ni en educación, ni en inmigración, ni en política de agua, ni en infraestructuras.

Tras destacar que Rajoy haya prescindido del análisis del resultado electoral, denunció también con ironía la "coherencia notable" del líder del PP, que ha anunciado el voto en contra de la investidura cuando durante la campaña electoral dijo que, si ganaba los comicios, pediría al PSOE que se abstuviera.

Ha criticado también a Rajoy por decir que el PP votaría en contra de su investidura porque Zapatero no tenía crédito ni le ofrecía confianza.

"Es probable que algunos piensen de otra manera, pero eso es de otro régimen político; la confianza en democracia la atribuyen los ciudadanos", le recordó Zapatero, "mis credenciales son las de la democracia, más de 11 millones de votos".

Muchos puntos son los que Zapatero trató durante su intervención y pocos los que han sonado a nuevos. Durante el debate de investidura, Zapatero dedicó la primera parte de su discurso a hacer un balance de la situación económica, en la que admitió sin rodeos que en la primera mitad de la legislatura las tasas de crecimiento y de empleo serán "más desfavorables" a las registradas en la pasada legislatura, aunque indicó que no será durante un "horizonte prolongado, sino transitorio".

Medidas económicas

Ante esta situación, avanzó las principales medidas que el nuevo Gobierno adoptará con carácter urgente, entre las que citó la deducción de 400 euros en el IRPF para pensionistas, asalariados y autónomos, una ayuda que calificó de "importante" y de un "impulso" para la economía, y el adelanto de las devoluciones del IVA a los empresarios, que les permitirá recuperar el impuesto soportado con más celeridad.

Para impulsar el sector de la construcción, Zapatero anunció otro paquete de medidas, que serán debatidas en una Conferencia Sectorial de Vivienda que el Gobierno convocará de manera inmediata. En concreto, señaló que se reducirá la carga fiscal de la rehabilitación de vivienda, se acelerará la licitación de obra pública y se promocionará la rehabilitación de edificios y el aumento de eficiencia energética.

Además, se ampliará el aval público para los bonos de titulación que tengan como subyacente créditos para adquisición de viviendas de protección oficial, se pondrá en marcha un plan especial de recolocación de parados en el sector de la construcción y un refuerzo de la cobertura de desempleo para trabajadores en situación de mayor necesidad y se facilitará la ampliación del plazo de la hipoteca sin coste para las familias con especial dificultad.

Tras asegurar que durante los últimos cuatro años España ha crecido "más y creado más empleo" que cualquier otra economía del entorno y destacar que, gracias a la estabilidad presupuestaria y al descenso de la deuda pública, el país tiene hoy una economía "más fuerte" que en 2004, Zapatero reconoció que "muchos españoles" sienten "incertidumbre" y viven la "dificultad del crédito y las subidas de algunos precios".

Estrategia compartida contra ETA

Zapatero no ha querido dejar pasar la ocasión de lanzar un guiño al resto de formaciones políticas. Así, ha pediro el apoyo de todos los grupos del Parlamento para "diseñar una estrategia antiterrorista compartida" por todos. Afirma que ETA está "más débil que nunca" y que "estamos más cerca del final" de la banda terrorista, pero matizó que no se ha logrado todavía.

El candidato a la presidencia precisó que, una vez que se ha confirmado la voluntad de ETA, de continuar con su "brutal historia", los demócratas deben "reafirmar" su propia voluntad. En este punto, agradeció a las fuerzas políticas, sin mencionar explícitamente cuáles, el apoyo que dispensaron al Gobierno en la pasada Legislatura en este asunto. "Ahora lo reclamo para diseñar una estrategia antiterrorista compartida por todos los grupos de la Cámara", anunció el presidente e insistió: "quiero que sea de todos los grupos".

Rajoy, el próximo en intervenir

A pocos minutos de las 14 horas ha dado por finalizada la primera intervención. Ya por la tarde, se reanudará el debate a las 16 horas con la intervención de los portavoces de la oposición, de mayor a menor, quedando para el final el Grupo Socialista, que apoya al Gobierno y propone candidato.

Abrirá 'fuego' el líder del PP, Mariano Rajoy, que por segunda vez encara un debate de investidura de Rodríguez Zapatero. En el Congreso ambos se han enfrentado además en tres Debates sobre el estado de la Nación (2005, 2006 y 2007), cuyo formato es similar, y fuera de las Cortes se vieron las caras en los dos duelos televisados de la última campaña electoral.

Turno para los nacionalistas

El siguiente en intervenir será el secretario general de CiU y portavoz de los nacionalistas catalanes, Josep Antoni Duran i Lleida, al que seguirá el portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka. A última hora de la tarde o bien al día siguiente intervendrán los representantes del nuevo grupo parlamentario creado por ERC e IU-ICV más el BNG.

Cerrarán el debate, ya mañana miércoles, las intervenciones de los miembros del Grupo Mixto (CC, UPyD y Na-Bai) y del Grupo Socialista, cuyo portavoz, José Antonio Alonso, se estrena en la tribuna del hemiciclo.

Cada uno de los grupos parlamentarios dispondrá de media hora para su exposición inicial, si bien el conformado recientemente por ERC, IU e ICV y el Grupo Mixto tendrán que repartirse esos 30 minutos entre las formaciones integrantes.

Derecho a réplica

El candidato propuesto podrá hacer uso de la palabra cuantas veces lo solicite, si bien cuando conteste individualmente a uno de los intervinientes, éste tendrá derecho de réplica por díez minutos. Asimismo, si Zapatero se decantara en un momento dado por responder de forma global a los representantes de los grupos, éstos tendrán derecho a replicarle también durante otros díez minutos.

Los repartos de tiempos se perfilarán hoy en la reunión de la Junta de Portavoces, donde es previsible que el PP reclame una atención especial habida cuenta de su importancia numérica en la Cámara con relación a las demás formaciones de la oposición. También ERC-IU-ICV y el Mixto pedirán más flexibilidad dada su heterogeneidad.

Tras los debates se celebrará la primera votación, en la que se exige mayoría absoluta (176 diputados) para salir elegido presidente del Gobierno. La votación será pública y por llamamiento, es decir, que los 350 diputados se irán poniendo en pie al mencionarse su nombre para responder sí, no o abstención ante la candidatura del líder del PSOE.

La segunda vuelta, el viernes

En el caso de que Zapatero no obtuviera la mayoría absoluta, cosa que parece bastante probable al hilo de las consultas realizadas la semana pasada por el PSOE con las diferentes fuerzas de la oposición, tendrá que celebrarse una nueva votación 48 horas después, es decir, el viernes.

En esa segunda vuelta, bastará con que el candidato socialista obtenga mayoría simple, esto es, más votos a favor que en contra, lo que se conseguiría únicamente con el respaldo de los 169 diputados que conforman el Grupo Socialista.

Tan sólo hay un precedente en la historia de la democracia en el que fue necesaria la celebración de una segunda votación: la elección de Leopoldo Calvo Sotelo, el último presidente del Gobierno de UCD.

De acuerdo con el Reglamento de la Cámara, en esta segunda votación, el candidato a la Presidencia del Gobierno podrá intervenir por un tiempo máximo de díez minutos y los grupos parlamentario por cinco minutos cada uno para fijar posición.

Una vez que el líder del PSOE obtenga la confianza del Congreso, el presidente del Congreso, José Bono, se lo comunicará al Rey a los efectos de su nombramiento como presidente del Gobierno de esta IX legislatura.

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