Aunque no quedan muchos huecos por cubrir dentro del nuevo Gobierno que ultima José Luis Rodríguez Zapatero, fuentes cercanas al presidente aseguran que está buscando un nuevo perfil para pilotar el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales durante la próxima legislatura, y las posibilidades de que Jesús Caldera repita en el mismo son mínimas. Incluso existe la opción de que el macroministerio se desgaje en dos.
No quedan muchos huecos por cubrir dentro del nuevo Gobierno que ultima con gran secretismo el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el líder socialista puede dar sorpresas de última hora y una de ellas podría implicar a uno de sus hombres más cercanos desde que fuera elegido secretario general del PSOE: Jesús Caldera.
Según fuentes cercanas al presidente, Zapatero está buscando un nuevo perfil para pilotar el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales durante la próxima legislatura y las posibilidades de que Caldera repita en el mismo son mínimas. De hecho, en el entorno de Zapatero reconocen que “Trabajo es uno de los pocos huecos de perfil económico que aún quedan por cubrir”.
Incluso existe la opción de que en los próximos cuatro años el macroministerio que ha gestionado Jesús Caldera entre 2004 y 2008 se desgaje en dos, dada la relevancia estratégica que los socialistas pretenden dar al desarrollo de la Ley de Dependencia.
El futuro de la 'mano derecha'
Caldera, que compareció visiblemente serio en la presentación de los datos del paro el pasado miércoles a pesar de que el desempleo descendió por primera vez en medio año, ha admitido en los últimos días que desconoce por dónde pasará su futuro cuando el presidente desvele la incógnita de quiénes formarán parte de su gabinete en los próximos cuatro años.
Es conocido que las preferencias de Caldera, desde 2004, pasan por carteras fuertemente inversoras como Industria o Fomento, pero ambos ministerios figuran entre las preferencias del PSC y a la vista de los buenos resultados cosechados el pasado 9 de marzo, y teniendo en cuenta que en la legislatura que arrancó el pasado martes tiene que desarrollarse el apartado de infraestructuras del Estatut de Cataluña, parece un coto vedado para el que hasta hace poco era la mano derecha de Zapatero.
En medios socialistas se conceden a la actual ministra de Vivienda en funciones y número uno por Barcelona, Carme Chacón, todas las papeletas para ocuparse de Fomento. Tiene la confianza del jefe, es mujer, es del PSC y no se la identifica demasiado con el tripartito.
Los candidatos
La opción de coordinar una tercera Vicepresidencia, encargada de gestionar y desarrollar las leyes relativas a asuntos sociales, parece haber caído también en el olvido. Ese puesto sí le habría hecho ilusión al político salmantino, que lleva varios meses coqueteando en privado con su salida de la primera línea de la política.
¿Qué va a pasar ahora? En primer lugar, Zapatero debe decidir si mantiene la actual estructura del Ministerio o desgaja Trabajo y Asuntos Sociales. Con el mercado laboral en plena cuesta abajo, en Moncloa se están planteando la posibilidad de separar ambos negociados, de modo, también, que el más que posible deterioro del empleo no contamine las que han sido las dos banderas más enarboladas de la política social del Ejecutivo: el Sistema de Atención a la Dependencia y la Ley de Igualdad.
Al frente de esa eventual cartera de Servicios Sociales podría situarse Amparo Valcarce, actual secretaria de Estado de esa materia o bien alguna otra mujer de Ferraz que haya hecho méritos a ojos del jefe. En Trabajo hay más dudas. El futuro responsable deberá lidiar en una legislatura difícil y que sufrirá el efecto comparación con la última, en la que se han creado cerca de tres millones de empleos.
Las perspectivas que definen los analistas y organismos internacionales son desalentadoras e incluso el Banco de España ha situado en el 9,8 por ciento la tasa de paro que tendrá la economía en 2009, lo que supondría retroceder diez años en el tiempo y que Europa vuelva a colgar a España el cartel de la economía del paro.
Ha sonado para el Ministerio el nombre de Inmaculada Rodríguez-Piñero, que ha cogido muchas tablas durante sus cuatro años al frente de la Secretaría socialista de Economía y Empleo, y también el de Ramón Jáuregui, pero ambos están a día de hoy descartados.
A Zapatero le agrada la idea de poner una mujer al frente de un Ministerio con tanta visibilidad como el de Trabajo, pero en la sede socialista admiten que le está costando encontrar el perfil que va a necesitar una legislatura tan dura. Otra posibilidad es ofrecer el Ministerio a los hermanos de UGT. El secretario general de la sección minerometalúrgica, Manuel Fernández Lito, vuelve a asomar como una opción clara para ocupar la cartera.