Política

Artur Mas tacha la vigilancia de Exteriores de "nacionalismo español más rancio"

Artur Mas critica al Gobierno. Archivo

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha considerado este lunes que la intención del Gobierno central de tutelar la acción exterior de las autonomías es un "signo del nacionalismo español más rancio, más obsoleto y más cerrado", y le ha reprochado que quiera poner puertas al campo, según ha dicho en rueda de prensa después de reunirse con el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. | La agenda del catalán con el Rey

Lo ha dicho tras saberse que Exteriores prepara una ley que permitirá a las comunidades actuar en el extranjero en el ejercicio de sus competencias, pero siempre que informen al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de sus propuestas de viajes, visitas y actuaciones con proyección exterior.

Mas ha reivindicado el rol de Barcelona y Cataluña en la proyección de España, y ha asegurado que esta comunidad es la líder en este campo en relación a las economías del sur de Europa: "Gracias a Barcelona y Cataluña, el conjunto del Estado tiene más proyección internacional en el mundo que sin nosotros".

"No nos pueden poner puertas al campo", ha reclamado, y ha avisado de que el siglo XXI no es momento de países cerrados con sus fronteras, un modelo que no cumple con las condiciones de las economías, ante lo cual ha tildado de absurdas las intenciones del Gobierno, teniendo en cuenta además que Cataluña acoge grandes eventos, como el Mobile World Congress (MWC).

Campaña para 2014

Según él, Barcelona y Cataluña atesoran y concentran una gran capacidad exportadora, de captar inversión extranjera y turística, ante lo cual ha anunciado una campaña de promoción conjunta Barcelona-Cataluña de cara al 2014, año que ve "simbólico": se conmemoran 300 años de la derrota frente a las tropas borbónicas y podría celebrarse la consulta soberanista.

La intención de Mas es asociar la marca Cataluña a la de Barcelona, y es que ha subrayado que disponen de una marca potentísima que abre todas las puertas --la de la capital-- y de "un país como Cataluña que es más conocido ahora que hace seis meses pero que no tiene el grado de conocimiento que tiene la ciudad".

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