Ha estallado la guerra entre los socios de CiU. Un día antes de la votación de la declaración de soberanía de Cataluña en el Parlament los dos partidos se intercambiaron sendas declaraciones oficiales acusándose mutuamente de romper las reglas de la coalición.
El lunes por la noche, Convergència Democràtica de Barcelona, el máximo órgano del partido en la ciudad, aprobó por unanimidad una declaración contundente en la que se pide a la dirección de Convergència que tome medidas urgentes para frenar lo que consideran el discurso contra la independencia de Josep Antoni Duran Lleida y el desprestigio que creen que provoca a la federación. Esta organización considera que las posiciones de Duran desdibujan el compromiso político de hacer una consulta de autodeterminación en Cataluña.
A última hora de la tarde de ayer llegó la respuesta de Unió en boca de su secretario general, Josep Maria Pelegrí. En una nota oficial Pelegrí señala que "la declaración del consejo de Barcelona de CDC es gravísima" y considera " inaceptable políticamente que CDC cuestione el liderazgo y la persona de Duran i Lleida en relación con el actual momento político que vive Cataluña". El secretario general de Unió insta a la dirección de CDC a que "reconozca públicamente que no comparte la resolución tomada en el ámbito de Barcelona" e insta a la federación barcelonesa a que "plantee a los órganos competentes de su partido la denuncia de los acuerdos" de CiU.
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Acusan a Duran