El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha reclamado hoy una justicia "muy rápida" para los sospechosos de prácticas corruptas, que dañan la Marca España tanto dentro como fuera del país, y una justicia "igualmente rapidísima" para quienes lanzan acusaciones "infundadas".
Nada hay más sencillo de manchar que el honor y nada más difícil de restablecer que el honor, ha afirmado el ministro en declaraciones a los periodistas en el Senado.
Conociendo al presidente del PP, Mariano Rajoy, y a la tesorera del partido, Carmen Navarro, García-Margallo se ha mostrado convencido de que se va a llegar hasta el final al investigar el caso Bárcenas y los supuestos pagos a dirigente con dinero negro.
Aunque ha apuntado que, lo cierto, es que hasta el momento no ha habido ninguna prueba concreta de corrupción.
En su opinión, es necesario que se investigue a fondo lo sucedido, pero también hay que ser prudente al analizar los hechos para no alentar una imagen de corrupción sin pruebas.
Yo sería partidario de una justicia muy rápida para las personas sospechosas de corrupción y de una justicia igualmente rapidísima para las personas que hagan afirmaciones infundadas sobre personas que no tienen nada que ver, ha recalcado.
A su entender, lo mínimo que se merece una persona que se dedica al servicio público es que se reconozca su honor.
Tras señalar que desconoce la realidad financiera del partido al haber pasado los últimos diecisiete años en Bruselas como eurodiputado, no ha dudado de la voluntad del PP de llegar hasta donde haga falta y de corregir las conductas con absoluto rigor.
Preguntado por la capacidad de una auditoría de detectar los pagos en dinero B, ha señalado que en cualquier investigación se llega donde se puede y que lo importante es la voluntad de llegar. Otra cosa es el éxito que tengamos con esos descubrimiento, ha añadido.
La corrupción, ha destacado, es algo realmente deleznable desde un punto de vista ético y desde un punto de vista de Marca España, de prestigio de España fuera, no nos hace ningún favor.
Pero también sale perjudicada la Marca España dentro del país, ya que, ha añadido, se genera alarma social y se acentúa el divorcio entre los políticos y los ciudadanos.
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España en el ranking de corrupción