El Ministerio de Asuntos Exteriores arroja un jarro de agua fría sobre las aspiraciones independentistas de CiU y ERC. A pesar de que su declaración de soberanía enmarque a Cataluña como nuevo Estado de la UE, el Gobierno advierte que en "caso de independencia sus nacionales no ostentarían la nacionalidad de ningún Estado de la Unión y por ende tampoco del estatuto de ciudadanía europea".
Así se explica en un informe de 13 folios sobre los efectos de la independencia europea, al que ha tenido acceso ABC, en el que dejan claro que el marco político objeto de estudio "es una mera especulación de la que se desconocen sus contornos precisos". La independencia sólo sería viable si se basase en el pacto y en una reforma constitucional, puntualizan.
El hecho por el que una hipotética Cataluña independiente no gozaría de 'ciudadanía europea' se basa en que ésta no es originaria de los territorios sino derivada del hecho de gozar de la nacionalidad de un Estado Miembro, explica exteriores, quien califica de "inconsistente" que tras la secesión los catalanes hiciesen uso de su ciudadanía europea anterior para considerar automaticamente a Cataluña como un Estado Miembro.
En el documento, Exteriores recuerda que la Unión no es la que decide sobre las posibles mutaciones del territorio de sus Estados Miembros, sino que las partes contratantes de sus tratados constitutivos son los propios Estados.
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CiU y ERC retiran 'Estado' de su declarción