
Miguel Ángel Flores, gerente de la empresa organizadora de la fiesta de Hallloween en el Madrid Arena se lava las manos. Éste señaló en su declaración al Ayuntamiento madrileño, a la Delegación del Gobierno y a la empresa Seguriber como responsables de la tragedia. Igual de convincente se mostró a la pregunta del magistrado sobre si podría haber entrado "uno de Al Qaeda, ¿no? Un tío con una metralleta, lo que fuera, ¿no?". "Sí", aseguró rotundo el empresario.
"Ni ahora ni nunca en 40 eventos he tenido ninguna responsabilidad en material de seguridad", explicó Flores en su declaración al juez este miércoles, según recoge el diario El Mundo. Incluso el dueño de Diviertt, se atrevió a situar al botellón ubicado en el aparcamiento como el detonante de la tragedia.
Sin duda alguna, Flores afirma que el presenció desde lo alto una avalancha "de unas mil personas" que entraron por la puerta F-14. Una acceso que, según comenta, "ya había avisado por carta al Ayuntamiento que estaba "endeble" desde hace dos años.
El promotor del evento en su declaración acusa al consistorio de variar datos de un e-mail atribuyéndole "haber denominado seguridad a lo que eran simplemente auxiliares, trabajadores que no podían ejercer de vigilantes porque hubieran incumplido la ley".