"Cuando digo: 'si sacas la pistola es para disparar', quiero decir que no amagues si no vas a dar". Ésta es la explicación de Cristina Cifuentes a una de su frases más recurrentes en privado, como ella reconoce. Parece ser que en el ámbito público se reserva estas palabras para evitar "malinterpretaciones" y no avivar la polémica en plena investigación sobre la responsabilidad de los antidisturbios en el 25-S. Ella prefiere insistir en que "la Policía y la Guardia Civil son los malos y no los buenos".
En una entrevista de carácter personal a Vanity Fair, Cifuentes se describe como "una mujer a la que no le han regalado nada". Antes de forjarse en política y alcanzar una notable aurea mediática ha "hecho de todo". "De profesora, en una tienda y vendiendo enciclopedias".
Tras treinta y tres años en el Partido Popular, la delegada del Gobierno reconoce un espectro muy amplio en las bases de su partido. Un "hecho natural" que no implica que José María Aznar y Esperanza Aguirre a la cabeza, se vayan a unir para crear una nueva formación ala derecha del PP.
También ha querido esclarecer la polémica que gira en torno a su esposo."Mi marido ha estado en paro desde hace mucho. Y no está en búsqueda y captura, como dicen", explica Cifuentes "indignada", quien zanja la historia. "Él no ha ingresado un duro en casa porque todo lo invertía en su estudio de arquitectura, pero a él le deben muchísimo dinero".
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