
El forense Francisco Etxeberria, autor del informe que concluía que los restos óseos hallados en la hoguera de Las Quemadillas eran humanos y de menores de edad, cree que la forense de la Policía pudo errar al no saber interpretar lo que tenía delante". Tras su labor confía en que se resuelva el caso ya que "todas las piezas encajan perfectamente".
Al ser preguntado sobre los motivos por los que un informe anterior concluyó que esos restos óseos no eran humanos, ha respondido citando "una frase que es muy conocida en el mundo forense y que sirve para otras cosas en la vida", que dice que "los ojos no ven nada más que aquello que ya conocen y, si no encuentran lo que buscan, dicen que no hay nada".
Por ello, ha considerado que "con toda seguridad" a raíz de este caso habrá cambios en la policía científica, en la que se reforzará a su juicio el apartado de la identificación humana con más profesionales.
Este profesor titular de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco, que elaboró el informe a petición de la madre de los niños desaparecidos, ha destacado que, desde el punto de vista forense, el caso tiene ya una "coherencia absoluta", aunque, en todo caso, la "verdad formal y final" es aquella que vendrá dada en la sentencia.