
Rápida y con discreción. Así quería Rajoy que se produjese la puesta en libertad del etarra preso Iosu Uribetxeberria Bolinaga, además de que el asunto estuviese cerrado antes del otoño, aunque finalmente no será así.
La situación del preso enfermo de cáncer ha puesto a prueba la unidad de los miembros del Partido Popular, como señala el diario El Confidencial, aunque la serie de acontecimientos está alargando más de lo esperado el escenario de tensión.
El presidente Rajoy dio consignas de silencio ante el asunto Bolinaga, solo desobedecidas por Jaime Mayor Oreja, el primer crítico con la postura favorable de Interior sobre la concesión del tercer grado al secuestrador de Ortega Lara.
El PP está acostumbrado a la voz discordante de Mayor Oreja, por lo que no quisieron prestar mucha atención a la crítica. Sin embargo, al 'popular' se unieron Esperanza Aguirre, quien aseguró que ella no habría impulsado la excarcelación; y María del Mar Blanco.
Los informes médicos contradictorios sobre la fase de la dolencia de Bolinaga complicaron más la situación, ya que se cuestionaba si el preso iba a salir en libertad sin ser terminal su cáncer.
Un asunto que se alarga
Rajoy, que quería tener el asunto cerrado antes de inicio de la campaña de las elecciones vascas -probablemente con la idea de que la izquierda abertzale no aprovechase el caso de Bolinaga para agarrarse al victimismo, como apunta El Confidencial-, ve cómo el proceso continúa alargándose con el recurso que presentará la Fiscalía contra el auto de excarcelación del juez de la Audiencia Nacional.
Los trámites continuarán metiéndose en pleno inicio del curso político y, a la vez, de la campaña de las elecciones adelantadas en el País Vasco, que tendrán lugar el próximo 21 de octubre.
Diseño de estrategia
Este lunes, el jefe del Ejecutivo aborda con su partido la estrategia para los comicios autonómicos del 21 de octubre en Galicia y el País Vasco, y se espera que dé la siguiente consigna a seguir ante la dilatación en el tiempo del asunto del preso.
En la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, Rajoy se encontrará cara a cara con los dirigentes 'rebeldes': Aguirre, Mayor Oreja y Blanco.
El Partido Popular tiene por delante casi dos meses de precampaña y campaña con dos objetivos claros: revalidar el Gobierno gallego y tratar de conseguir en el País Vasco unos resultados mejores que los que les dan las encuestas, por lo que la unión será clave en este tiempo.