Política

El PSOE aprovecha las breves vacaciones del Gobierno para encender el debate político

El PSOE ha aprovechado el descanso del Gobierno para contraatacar. Imagen: Archivo

El PSOE hizo todo lo posible la semana pasada por asumir el vacío de un Gobierno que, al menos de cara a la opinión pública, se tomó un descanso anunciado tras contener la respiración en los días previos cuando, según los analistas, los mercados llegaron a descontar un segundo rescate de España tras el cruce de declaraciones entre el BCE y el jefe del Ejecutivo. ¿Ha hecho bien Rajoy en coger vacaciones?

En una ofensiva que duró toda la semana, los socialistas criticaron que el Ejecutivo colgara el viernes 3 de agosto el cartel de cerrado por vacaciones. Le exigió, en varias ocasiones, que interrumpiera su descanso y convocara un Consejo de Ministros el viernes 10 para evitar que se eliminen los 400 euros a parados de larga duración cuya vigencia finaliza pasado mañana.

El PSOE, que también pidió al Gobierno que explicara la situación financiera española ante la posibilidad de tener que pedir un rescate blando, intentó rentabilizar las ausencias para conseguir presencia y ruido mediático y en las redes sociales.

Sólo García-Legaz

Ni el jefe del Ejecutivo, que pasa "unos días" con su familia en la localidad pontevedresa de Sanxenxo, ni ninguno de sus ministros tuvieron agenda. El testigo del Gobierno lo tomaron desde Génova los dos principales representantes del Grupo Parlamentario Popular: su portavoz, Alfonso Alonso, y su adjunto, Rafael Hernando. A ellos les tocó defender la actuación de Moncloa, dar largas sobre los 400 euros y arremeter contra el PSOE en una semana en la que se han intensificado el cruce de declaraciones.

Entretanto, sólo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, tuvieron compromisos oficiales. García-Legaz recibió el miércoles a una delegación de EEUU -integrada por senadores y representantes del Tesoro- que visitó Madrid. De hecho, las relaciones bilaterales con EEUU en un contexto crucial para España fueron muy intensas a comienzos de semana. El lunes, Rajoy recibió en Galicia la llamada del presidente Barack Obama con quien mantuvo una conversación de media hora en la que el demócrata respaldó sus reformas. Además, ambos dirigentes trataron las condiciones económicas de la eurozona.

El miércoles a la visita en España se sumó "un encuentro informal" del que dio cuenta el embajador de EEUU, Alan Solomont. El director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, se reunió en Washington con su homólogo en la Casa Blanca para ampliar los pareceres intercambiados por sus jefes. Nadal se encontraba en el país para visitar a sus hijos.

Ahora bien, estos encuentros entre bambalinas y sin agenda oficial llevaron al PSOE a asumir más protagonismo para hacer oír su discurso de oposición. Su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, arrancó la semana dejando claro que sus vacaciones aún no habían empezado -a mitad de semana se trasladó a Asturias-. Viajó a Berlín para reunirse con la oposición al Gobierno Merkel y asumir un papel de hombre de Estado que el PP cuestiona en el ámbito doméstico.

Ahora bien, unas informaciones publicadas sobre su etapa en Interior le llevaron a dar el relevo el resto de la semana a su segunda en el Congreso. La portavoz Soraya Rodríguez compareció en solitario ante los medios el martes, se reunió con los sindicatos el miércoles en la cruzada por salvar los 400 euros, mantuvo un encuentro con los portavoces socialistas en los Parlamentos autonómicos el jueves y protagonizó junto a Óscar López y Antonio Hernando otro acto por los 400 euros el viernes.

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