Política

La SGAE, al filo de la quiebra un año después de caer Teddy

SGAE. Imagen: Archivo

Mientras que la investigación por un posible desfalco contra el expresidente de la entidad y su mano derecha sigue abierta, la situación financiera se agrava a la espera de la venta del 'holding' inmobiliario

La SGAE se encuentra en una situación financiera límite. Justo un año después de que la Guardia Civil entrara en el madrileño Palacio de Longoria, sede de la entidad, y detuviera a su expresidente, Teddy Bautista, por presunto fraude y desvío de capitales, la nueva cúpula ha advertido que las arcas están vacías.

La SGAE comprometió 270 millones de euros en el megalómano proyecto inmobiliario de Teddy, con teatros, auditorios y espacios escénicos por medio mundo. Y paga ahora las consecuencias.

El nuevo presidente de la entidad, Antón Reixa, reconoció el pasado jueves que "hay que hacer frente a un crédito de 130 millones de euros, del que apenas se pueden pagar los intereses". Los autores necesitan vender con urgencia y obtener cuánto antes recursos con los que pagar las deudas, que están avaladas con sus propios derechos, tanto presentes como futuros.

Según explico Reixa, Ernst & Young, la firma que ha auditado las cuentas, ha detectado "una carencia histórica de la gestión financiera y del control de gastos e inversiones", lo que ha dejado a la entidad gestora en una situación "complicada, pero viable".

Para ello, según dijo, será necesario sin embargo un duro plan de ajuste, que implicará recortar los gastos generales en un 15 por ciento. "Habrá que revisar la masa salarial de los directivos y optimizar los ingresos", insistió Reixa.

El reto pendiente

El reto de Reixa es devolver el equilibrio a las cuentas en 2012 de la entidad gestora después de haber perdido en dos años 18 millones de euros. El nuevo auditor revisó las cuentas de 2010 y multiplicó por dos los números rojos presentados por Teddy pasando de los 6,3 millones iniciales a 13,6 millones de euros. En 2011 las pérdidas antes de impuestos suman 4,5 millones euros. Detrás de estos malos resultados está un cambio contable, el desmantelamiento de la filial digital SDAE y el proyecto fallido de su expresidente Jose Neri - Teseo-, mano derecha de Teddy y máximo responsable de acuerdo con el caso que se está instruyendo en la Audiencia Nacional del desfalco.

Entre otras cosas, la SGAE se ha visto obligada a apuntar 2,5 millones de pérdidas este año porque una parte del software en el que Neri y Teddy invirtieron unos 25 millones ha resultado un fiasco.

El principal problema al que se enfrenta la nueva cúpula es que para aumentar sus fondos propios necesita desprenderse de activos inmobiliarios en un momento muy complicado en el mercado. Hasta la fecha, sólo ha conseguido un principio de acuerdo para vender el teatro de Argentina por 5 millones de euros. El único escollo para cerrar el trato es que Reixa tiene que lograr que el pago se realice fuera de las fronteras argentinas, porque de lo contrario el Gobierno de Buenos Aires se lo quedaría impidiendo la repatriación de capitales.

Los grandes activos son, sin embargo, los teatros madrileños Lope de Vega y Coliseum, ambos en la Gran Vía. Se trata de las joyas de la corona que, en otras circunstancias, hubieran reportado importantes plusvalías, pero que ahora habrá que vender con pérdidas. El conjunto de la red Arteria vale 242 millones de euros, es decir, 30 millones menos de lo presupuestado.

La otra medida que ha tomado la SGAE para reforzar sus fondos propios es la impugnación de la pensión de Teddy Bautista. El expresidente de la entidad gestora aprobó un plan de 3,5 millones de euros (28.000 euros al mes) para su propia jubilación y la sociedad ha reclamado la devolución de los fondos a raíz de la sentencia de un juzgado de lo social, que aseguró que existía una relación comercial (no laboral) entre él y la sociedad. A raíz de esta sentencia, Teddy Bautista se vio obligado a renunciar también a una indemnización de 1,4 millones de euros.

La red 'parasitaria'

"La gestión de Teddy ha sido arbitraria, de carácter megalómano y despótica a la que habría que añadir una red de corrupción", aseguraron desde la Junta. Y es que el principio del fin del reinado de Bautista lo marcó el descubrimiento de una red empresarial "parasitaria" que Teddy y Neri usaban presuntamente para desviar fondos de la entidad gestora. Según el informe de la Comisión de Investigación, presidida por el magistrado excedente del Supremo Ramón López-Vilas, el expresidente de la SGAE aportó 87 millones de euros "de forma directa o indirecta" a la filial digital de la sociedad, a Microgénesis y a Portal Latino, tres entidades directamente vinculadas con Jose Luís Rodríguez Neri, imputado en el marco de la operación Saga por apropiación indebida.

Los pasos que Neri, exmiembro del equipo directivo de la SGAE, seguía para desviar fondos de las arcas de la entidad eran simples, casi de manual: se contrataba a sí mismo. La trampa que presuntamente usó incluye una enmarañada red empresarial vinculada a su círculo más íntimo de amigos y familiares (ver gráfico) y presuntamente auspiciada por Teddy (una serie de emails muestran que conocía las irregularidadesde 2002).

Según el sumario publicado por el juez Pablo Ruz, que todavía mantiene la investigación abierta, el fraude se ejecutaba por dos vías. Por un lado, la SGAE pagaba precios muy superiores al mercado por los servicios de las empresas de Neri y, por el otro, la mayor parte de la empresas eran fantasma.

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