El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha dicho hoy que esperaba "un cierto grado de humildad" por parte de la alcaldesa, Ana Botella, en el debate sobre el estado de la ciudad, pero "ha sido una mala copia de su antecesor" al "anteponer el lucimiento a la lucidez".
En su intervención en el debate sobre el estado de la ciudad, el portavoz del PSOE ha argumentado que la situación actual es consecuencia de "tres crisis: una que viene del sector financiero, otra que viene de la burbuja inmobiliaria y otra que viene de sus políticas megalómanas".
Unas políticas, ha apuntado, que "han hipotecado a este ayuntamiento", que ahora no puede hacer nuevas políticas e inversiones, y que ahora obligan a "cambiar el rumbo y el ritmo".
Sin embargo, ha opinado que en Madrid lo que ha hecho el Gobierno municipal es aprobar "planes de ajuste que llevan a recortes sociales", "paralizar el urbanismo", "incrementar la deuda", "romper el acuerdo que se firmó solo hace seis meses con los sindicatos" y subir el IBI "un 280 % desde 2003".
Sobre este último dato ha indicado que un propietario "modesto" de la ciudad que pagó 91,6 euros en 2003, pagará 347 este año.
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