El llamado Grupo Internacional de Contacto (GIC), que asegura estar verificando el alto el fuego de ETA por encargo de la izquierda abertzale, visita esta semana el País Vasco, donde, entre otras cuestiones, analizará el plan de reinserción de etarras del Ministerio del Interior. Esta misión coincide con la última detención de dos presuntos miembros de ETA que se estarían encargando de la estructura militar y de captaciones miembros para reforzar las filas de la banda terrorista.
Según informó el GIC, sus miembros estarán en el País Vasco hoy y mañana. Su objetivo es "conocer de primera mano la situación en relación al proceso de resolución del conflicto". En concreto, "intentará recabar información y análisis de cualificados agentes políticos y sociales respecto al final de la violencia de ETA".
Los verificadores también analizarán la disposición de estos agentes políticos y sociales "para abordar las consecuencias del conflicto; el plan propuesto por el Gobierno de España para reintegrar a los presos de ETA; la posible decisión del Tribunal Constitucional respecto a la legalización de Sortu, y las distintas iniciativas para promover la reconciliación y la memoria".
Asimismo, el GIC señaló que "como parte del mandato del propio grupo de alentar, facilitar y posibilitar el diálogo, una parte importante de la visita estará destinada a conocer las dificultades y oportunidades que actualmente se presentan para impulsar una estrategia compartida de consolidación del proceso de paz".
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ETA se queda sin cabeza