El exministro de Trabajo Manuel Pimentel, convencido y entusiasta con el talento, no oculta que España "vive una situación difícil, pero podemos salir de la crisis si hacemos las cosas bien, cada uno desde nuestro ámbito". Y reflexiona: "Lo que no tiene sentido es irnos a trabajar a países que funcionan porque han aplicado las reformas... Hace falta un cambio de mentalidad", apostilla.
"Hacer augurios -sobre una posible intervención de la economía española- es muy difícil, aunque lo más probable es que no suframos una intervención a la griega, porque significaría la puntilla definitiva al actual proyecto europeo", ha confesado en el encuentro mantenido con los usuarios de EcoDiario.es.(Lea aquí el encuentro)
"Otra cosa es que la vigilancia se incremente y por tanto se reduzca de forma equivalente nuestra libertad de acción, que ya está bastante limitada por otra parte. Aunque mejor que preguntarnos si seremos o no intervenidos, creo que el planteamiento inteligente sería qué hacemos - tanto colectiva como individualmente - para evitarlo. Y esa respuesta se deberá conjugar con austeridad, innovación, esfuerzo, talento, internacionalización y capacidad de sacrificio. No creo en los planes Marshall milagrosos", determina.
Para el exministro de Trabajo, mediador entre Iberia y Sepla, no ignora que "la situación es muy difícil e inquientante. Pero debemos luchar por nuestro país. Lo que no tiene sentido es irnos a trabajar a países que funcionan porque han aplicado las reformas y los cambios de mentalidad que aquí no aceptamos. Podemos salir si hacemos las cosas bien, cada uno en nuestro ámbito. No podemos rendirnos, debemos luchar. Además de las grandes decisiones políticas, creo que no hace falta un cambio de mentalidad en nuestra sociedad. Todavía pensamos que podemos salir sin esfuerzo, y eso es un gran error", argumenta.
Los escenarios de una crisis
Pimentel, feliz con la marcha de su novela 'El decálogo del caminante', entiende que "la crisis no es mundial. Asia, África y Sudamérica crecen. Así pues, estamos hablando de una crisis occidental en la que los países periféricos europeos nos estamos llevando la peor parte", subraya.
"El escenario más pesismista -abunda- sería que Francia entrara también en barrena y que en EEUU explotaran sus evidentes desequilibrios macro. Eso aceleraría una pavorosa crisis mundial que significaría el final de la preeminencia histórica occidental y la apertura de un periodo muy convulso tanto social como políticamente para nosotros. El escenario optimista -continúa- conllevaría pensar que la zona euro logra estabilizarse de sus cuitas financieras y que recuperáramos productividad y mejorarán las exportaciones y el consumo interno europeo, al tiempo que EEUU consolida su recuperación. Eso significaría crecimiento a partir de 2014. En estas circunstancias, los tiempos se aceleran, por lo que pronto iremos comprobando la tendencia media. Espero que sea mejor de los que hoy podemos temer", expone.
Las reformas finacieras y Andalucía
Y en temas más domésticos como el que afecta a la reforma financiera española, cree que tanto "el gobierno anterior como el presente han hecho lo que han podido en la materia, aunque tuvimos que haber actuado con mayor contundencia y rapidez desde el inicio de la crisis como hiceron los países anglosajones, que ya están recuperando el dinero que prestaron a su sistema financiero". "En todo caso -concluye-, hay que prestar dinero, pero nunca regalar dinero público a inversores privados, que no está contemplado en la segunda reforma financiera que el gobierno aprobará este viernes.
Ya en en materia autonómica, Pimentel no desdeña un augurio sobre el futuro de Andalucía: "El gobierno andaluz no lo tendrá fácil, sobre todo Izquierda Unida, que se ha negado sistemáticamente a cualquier tipo de recorte. Ahora tendrá que acometerlos y ya veremos como lo aceptan sus bases. No es descartable, por tanto, la posibilidad de una ruptura del gobierno a media legislatura, si la necesidades de los recortes se agudizarán", determina.