
Además de sus honorarios en concepto de proyecto y dirección de obra, Santiago Calatrava, arquitecto valenciano para más señas, exigía en el apartado de cláusulas el pago de las reprografías, maquetas, fotografía, viajes, desplazamientos y dietas. Calatrava vive en Zurich.
Así lo revela este martes el diario El Mundo que ha tenido acceso a la letra pequeña de algunos de los contratos que mediaron entre Calatrava y la Generalitat.
Unas condiciones especiales
Según las cláusulas del arquitecto valenciano, en el documento firmado para el diseño de la Ciudad de las Artes y las Ciencias -idéntido al que firmó cinco años atrás con el Gobierno del PSOE de Joan Lerma- exigía el pago aparte de repografías, maquetas, fotografías, viajes, desplazamientos y dietas.
El 15 de enero de 1991, Calatrava firmó su primer contrato para levantar esta ciudad. Entonces, la Generalitat se comprometía a abonar al arquitecto el 6,5% -del coste presupuestado en concepto de proyecto- y, el 4,5% por la dirección de obra.
Años más tarde, apunta El Mundo, y ya con el Gobierno del PP, el contrato para el susodicho proyecto se modificaba. En primer lugar pasaba a llamarse Ciudad de las Artes y las Ciencias. En segundo, se modificaban los honorarios que pasan del 11% al 12% sobre el coste total.
Liberar al arquitecto
Este martes, el diario levante-emv.com titula: 'Calatrava entregó tres proyectos de la Ciutat de les Arts meses antes del encargo oficial'. El Consell -continúa la información-, asumió pagar 1,3 millones de IVA y liberar al arquitecto de esta obligación en el caso de que una inspección de Hacienda exija ese impuesto. Zaplana -abunda- le firmó dos anexos a los contratos para que cobrara los sobrecostes. Según Levante, Calatrava estaba convencido de que no iba a ver concurso internacional de ideas para concluir el último tramo del viejo cauce del Turia. Este mismo diario recuerda los tres proyectos de la polémica. El de las Tres Torres -que nunca se ejecutó-, el del Ágora y el del Puente de l' Assut de L' Or.