El socialista José Antonio Griñán ha sido investido hoy presidente de la Junta de Andalucía con el apoyo de los 47 diputados del PSOE y de 11 de los 12 parlamentarios de IU.
Después de la votación de los 109 parlamentarios autonómicos, Griñán ha obtenido 58 votos a favor y 50 en contra, que son los del PP, mientras que el diputado de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo ha emitido un voto nulo.
De esta forma, Griñán continuará como presidente de la Junta de Andalucía después de que en 2009 accediera al cargo tras la renuncia de Manuel Chaves, quien dejó Andalucía para ocupar la vicepresidencia tercera del Gobierno de España.
El apoyo de socialistas e IU a la investidura de Griñán es fruto del acuerdo político programático cerrado entre ambos partidos, que se ha traducido en un pacto de gobierno después del apoyo dado al mismo en referéndum por las bases de la federación de izquierdas.
Tras las votaciones, Griñán saludó primero a Arenas y luego a Valderas, con el que posó ante los fotógrafos, y luego expresó, en una breve declaración a los periodistas, su "satisfacción" por haber logrado la confianza de la mayoría de la Cámara.
Una vez elegido presidente, Griñán tomará posesión de su cargo el próximo sábado en el Parlamento andaluz y el lunes lo hará su gobierno.
Sánchez-Gordillo acatará el castigo
Sánchez Gordillo ha asegurado que seguirá en la formación de izquierdas y que acatará un posible castigo por su decisión. El parlamentario ha explicado a los periodistas que su voto se ha considerado nulo porque ha dicho que no quería participar al no poder votar a su candidato, por lo que finalmente Griñán ha recibido 58 votos a favor (47 del PSOE y 11 de IU) y 50 en contra, del PP.
Ha indicado que en política "también tiene que haber conciencia política antes que disciplina" y que no se plantea integrar un grupo mixto porque es fundador de IU y cuenta con apoyos, como por ejemplo el de Julio Anguita, según ha dicho.
"Otra cosa es que por mi rebeldía o mi no acatamiento de la disciplina pueda haber algún castigo", ha añadido Sánchez Gordillo, quien ha afirmado que lo acatará y que seguirá en la formación, en el Parlamento y en la calle "defendiendo una política anticapitalista".
Ha apuntado que va a defender lo que cree, que es "la coherencia en política y en la vida", aunque entiende que eso "siempre tiene castigo".