El jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, el almirante Michael Mullen, recordó el jueves a los militares su deber de obediencia al próximo presidente del país, aunque se mostró preocupado por una retirada rápida de Irak.
"Debemos prepararnos a una nueva presidencia" en enero de 2009, "las cosas van a cambiar, debemos prepararnos a ello", declaró ante los empleados del Estado Mayor reunidos en el auditorio del Pentágono.
"Debemos continuar siendo la fundación sólida, totalmente apolítica y que respalda enteramente al presidente de Estados Unidos, quién quiera que sea este o esta", insistió Mullen.
Aunque el militar precisó estar "preocupado por un retiro rápido (de Irak) en un contexto inapropiado en términos de condiciones en el terreno, que anularía los progresos que hemos logrado", en una clara alusión a los precandidatos demócratas a la Casa Blanca.
Hillary Clinton y Barack Obama, los dos aspirantes a la investidura demócrata para las elecciones a la presidencia estadounidense de noviembre, prometieron que iniciarían la retirada de las tropas estadounidenses en los primeros meses de su entrada en funciones.
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