Estados Unidos se opone "absolutamente" a una partición de Kosovo, la provincia serbia que declaró su independencia, dijo el jueves el número tres del Departamento de Estado, Nicholas Burns.
El clima ha sido tenso desde que la mayoría albana en Kosovo declaró su independencia el 17 de febrero, y han habido insinuaciones sobre la posible partición de Kosovo norte, donde viven 40.000 serbios.
Burns citó al representante especial de la Unión Europea en Kosovo Pieter Feith, quién aseguró el jueves en Viena que no habrá partición de Kosovo.
"(Feith) dijo que no aprobaríamos y no toleraríamos ningún movimiento hacia la partición, ya sea una partición de facto, una participación solapada (...) o una partición de derecho", indicó Burns. "No lo apoyaremos", insistió.
En Viena, Feith dirigió el primer encuentro de un nuevo grupo de dirección internacional para Kosovo, comprendido por 15 países que han reconocido al nuevo estado.
Belgrado ha dicho que recusará al movimiento de independencia ante la Corte Internacional de Justicia.
"Permítanme aclararles esto: mientras Serbia sea, Kosovo nunca será," exclamó el canciller serbio, Vuk Jeremic, durante una reunión de cancilleres balcánicos en Sofia.
Kosovo cayó bajo el control de la ONU a mitad de 1999, luego de que una campaña de bombardeo de la OTAN expulsó a las fuerzas fieles del último hombre fuerte serbio Slobodan Milosevic, quien había estado planeando una campaña ofensiva contra las guerrillas separatistas albanas.
"Esta es la historia de por qué las Naciones Unidas sacaron a Kosovo de Serbia en junio de 1999," dijo Burns.
"Ahora Estados Unidos y toda Europa, con algunas excepciones, están aproyando firmemente la independencia de Kosovo. Con una buena razón: porque no hemos olvidado la historia de lo que allí sucedió", destacó.
Hasta los momentos, 21 de 27 miembros de la Union Europea han reconocido la independencia de Kosovo.
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