Cientos de indígenas oficialistas comenzaron a confluir este martes sobre la sede del Congreso para presionar al Senado, dominado por la oposición, a aprobar dos referendos que exige la ley boliviana para validar la nueva Constitución, impulsada por el presidente Evo Morales.
Los indígenas, en su mayoría de la etnia aymara, están decididos a instalar un cerco de vigilia permanente en las afueras del Senado "hasta que apruebe el referéndum dirimitorio y el referéndum para aprobar la nueva Constitución", dijo el líder agrario Isaac Avalos.
Columnas de indígenas marchaban en orden y sin violencia sobre la plaza de Armas de La Paz, donde están las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, pero su protesta fue aplacada por una fuerte lluvia.
Bolivia debe organizar en un plazo de 60 a 180 día dos consultas populares nacionales: la primera para definir la extensión máxima de las tierras agrícolas privadas (5.000 ó 10.000 hectáreas) y la segunda para aprobar el texto global de la nueva Constitución, de corte estatista e indígena.
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